Audio de la concentración
{mosimage}Un intransigente alcalde accidental provoca el enfado, impide intervenir a un portavoz vecinal y retira nuevamente la palabra a Alicia Montserrat, que en julio fuera expulsada por la policía
SB-Noticias.- “Al alcalde accidental se le ha ido de las manos la coordianción de este Pleno”, “A Javier Abreu, le ha salido su verdadera personalidad depsótica”, … eran algunos de los comentarios que circulaban por el Salón de Plenos del ayuntamietno de La Laguna este jueves, en el transcurso de la sesión ordinaria.
Desde la 5 de la tarde, varios centenares de vecinos se manifestaron en la Plaza del Adelantado, frente al consistorio, contra la nefasta gestión que del Plan General continúa haciendo el grupo gobernante.
Más audios de la concentración
Tres mociones presentadas por la oposición de izquierdas, provocaron “el incendio” del abarrotado salón de plenos, fundamentalmente de vecinos afectados por el Plan General de Ordenación.
El ambiente comenzó a caldearse en la moción presentada por Juan Miguel Mena, concejal de Alternativa Sí se Puede por Tenerife, sobre los efectos de los procesos asistemáticos en el PGO. Son muchos los centenares de vecinos que se sienten engañados por el gobierno lagunero, y consideran que este Plan sigue respondiendo más a intereses particulares que a los de la colectividad, un plan lleno de intervenciones urbanísticas que serán pagadas por los propios afectados, con decenas de proyectos claramente especulativos, que sigue condenando millones de metros cuadrados de suelo rústico para convertirlo en suelo urbanizable, que amenaza el futuro de cientos de casas y terrenos agrícolas de alto valor.
Enorme descontento y enfado provocó el que, uno de los representantes vecinales, cuya intervención estaba prevista, Tomás Dorta (Guamasa-El Ortigal) finalmente no pudiese hacerlo, a pesar de haber presentado la documentación requerida para ello, sólo porque tres de las ciento sesenta personas que firmaron la solicitud, no lo hicieron en la casilla correspondiente. Argumento al que se acogió el alcalde accidental para prohibirle intervenir, y una burda excusa para impedir la participación ciudadana, según los vecinos y oposición.
Nadie entendía por qué Abreu forzó tal enfrentamiento contra los vecinos, que no salían de su asombro y le recriminaban a gritos su falta de sentido democrático.
Precisamente, en aras de la Democracia, el concejal Juan Miguel Mena, abandonó el pleno visiblemente molesto por las contínuas interrupciones y rifirrafes provocados por el alcalde.
Eduardo de Armas, Teresa Pérez y Alicia Montserrat, tomaron la palabra en otra de las mociones más destacadas, que presentó Juan Ignacio Viciana, del Grupo Municipal Por Tenerife, para ratificar el respeto a la libertad de expresión de los vecinos y vecinas que intervienen en el Pleno.
Una moción que pretendía poner en evidencia que el acuerdo de la Junta de Gobierno de 30 de julio del presente año (a raíz del criticado escándalo provocado por la expulsión y desalojo de Alicia Montserrat de un pleno sobre el PGO) mediante el cual se aurtoriza al alcalde a interrumpir un pleno y ordenar si así lo estimase la expulsión del ciudadano “díscolo”, en aras del buen desarrollo del mismo, sin interrupciones, descalificaciones, palabras soeces, malsonantes o faltas de respeto …, fue adoptado sin el vistobueno de los grupos municipales Por Tenerife y Si Se Puede, que lo consideran una forma de blindaje del gobierno local ante las fundadas críticas vecinales.
Durísimas críticas tuvo que escuchar el grupo gobernante y en especial el alcalde Javier Abreu. Los vecinos los acusaron de faltar al respeto a los ciudadanos, tanto por su nefasta gestión política como por sus formas. Más de 10 veces le recordó la joven estudiante de Valle Guerra Teresa Pérez a Javier Abreu y a Francisco Gutiérrez (concejal de Zona) que dejaran de "jugar" con sus móviles, la atendieran y miraran a la cara.
Pero la chispa que causó el último incendio de la jornada y la pérdida de la paciencia de los vecinos asistentes, fue la retirada de la palabra, por segunda vez, a Alicia Montserrat, portavoz vecinal que el pasado mes de julio vivió como la policía la sacaba en volandas por las escalinatas del consistorio.
En esta ocasión, el alcalde accidental argumentó tal hecho en que la vecina había utilizado la palabra etarra refiriéndose al gobierno local. Realmente la vecina utilizó esa palabra no en el sentido que la vecina fue muy dura no sólo con el grupo de gobierno sino con el partido socialista “del que me marché por no aguantar tanta falsedad”.
El alacalde retiró la palabra a Montserrat, solicitó un receso, tras el cual el pleno continuó, eso sí, en esta ocasión la policía aunque presente en el salón de plenos y preparada en todo momento para actuar, no fue requerida para ello.
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