Desde su punto de vista, la consulta organizada por el Gobierno es el mismo montaje político que en Cataluña “porque no es vinculante”
{mosimage}{mosimage}Audio de la entrevista
SB-Noticias.- El catedrático de la Universidad de Las Palmas, Santiago Hernández, disertó para La Trapera de Radio San Borondón sobre las similitudes políticas actuales entre Cataluña y Canarias, respecto a los procesos consultivos, y dijo que ambos casos y sintiéndolo por mucha gente que se pueda sentir ofendida, son una tomadura de pelo, porque un referéndum siempre tiene que ser vinculante ya que, si la gente opina, su decisión tiene que ser soberana, no en vano en democracia la primera regla es que la soberanía reside en el pueblo, pero, en ambos casos, no lo es.
A Santiago la pregunta le parece estrambótica, ya que cuestiona “¿qué modelo ambiental y turístico tiene Canarias? ¿Alguien me podría responder a esto? Sí no lo saben ni ellos ¿cómo van a hacer esta pregunta a la gente? Por tanto, cree que es un engaño a la ciudadanía, aunque como demócrata quiere consulta, pero que sea vinculante.
Aparte no hay que empezar por una consulta tan drástica como la independencia, asevera, porque primero la derecha catalana y la derecha canaria deberían si, realmente son demócratas, implementar una serie de consultas, cada cierto tiempo, como por ejemplo: queremos esta carretera aquí, este puente o no, etc… Hay países que lo hacen así de forma rutinaria preguntando a los ciudadanos los casos importantes.
Le parece extraño que nuestros gobernantes en Canarias se hayan puesto tan demócratas y ambientalistas, cuando son los mismos que hicieron la Ley de desprotección de las especies, simplemente para construir el puerto de Granadilla: “es que nos están tomando el pelo”, continúa, dejando claro que se siente ofendido con lo que están haciendo porque, para él, esa no es la democracia que quiere, sino la que la gente decida y, sobre todo, cuando no nos fiamos de nuestros representantes.
Para finalizar querría que estos gobernantes que nos representan hicieran un referéndum y que la gente votase libremente, pero que sea vinculante, porque esto le recuerda a los centralismos democráticos de los partidos de la izquierda: “Ustedes discutan en las bases pero luego decidimos nosotros”. Estas son las cosas que hay que ir cambiando y es mentalizar a la población y educarla en lo que son los valores democráticos y sus ventajas y desventajas, que también las tiene, dijo.