Recuerdan que no es el primer caso, se trata de otro defensor de los derechos humanos muerto, otra familia destrozada, una nueva vulneración de los derechos fundamentales, todo ello mientras una delegación de observación de los derechos humanos es humillada y por enésima vez expulsada por las autoridades de ocupación.
Asimismo acusan a España, responsable también de esta tragedia, que se mantiene neutral, distante, en cómplice silencio, mientras hace negocios -incluida la venta de armas- con una monarquía feudal anclada en la Edad Media.
Desde la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, reiteran: "NO EN NUESTRO NOMBRE, nosotros y nosotras, miles y miles de personas dignas, conscientes de nuestra responsabilidad histórica con un pueblo hermano decimos BASTA, no más muertes, no más violaciones de los derechos humanos. EXIGIMOS una investigación independiente que depure las responsabilidades ante esta nueva muerte y asegure la rendición de cuentas; la celebración de un Referendum de Autodeterminación para el pueblo saharaui, libre, justo, transparente y democrático; el cese de la represión de los derechos humanos; la libertad de todos los presos políticos; el fin del saqueo de los recursos naturales; que se permita la entrada en el Territorio No Autónomo del Sahara Occidental a observadores de Derechos Humanos y Medios de Comunicación".