Afirman que esta obra carece de cualquier justificación económica y generará un efecto negativo sobre las arcas públicas
{mosimage}SB-Noticias.- El portavoz insular de Sí se puede, Fernando Sabaté, ha criticado el anuncio del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, del inicio de las obras del circuito del motor de Tenerife, una instalación que pretende ocupar más de un millón trescientos trece mil metros cuadrados en las cercanías de Atogo, Granadilla.
Sabaté considera que detrás de esta obra puede estar la falta de materiales para realizar el puerto de Granadilla, siendo en todo caso una “infraestructura innecesaria y destinada a fomentar la especulación urbana ejercida por el actual grupo de Gobierno municipal y que junto con puertos deportivos y campos de golf ha sido la moda inversora para los especuladores que generaron esta crisis”.
En Sí se puede manifiestan su apuesta por fomentar un desarrollo equilibrado y respetuoso con los valores naturales, etnográficos y sociales. Resaltan el impacto que representa para esa zona el circuito, “ocupando un excelente suelo agrícola y generando contaminación y molestias a los vecinos y vecinas cercanos”.
Cuestionan a los inversores privados que supuestamente pagarán los más de 31 millones de euros que costará la nueva infraestructura deportiva, ya que no es la primera vez que se inicia un proyecto que se queda a medias y acaba siendo “rescatado” por las instituciones públicas por un supuesto bien general. En este sentido indican que según sus cálculos el Cabildo ha invertido ya más de seis millones de euros en el proyecto y en los acondicionamientos que se han ido realizando en la zona.
La formación de izquierdas explica que en este momento hay numerosos proyectos similares en otros países que han quedado en el olvido o abandonados. “Nos parece realmente un nuevo brindis al sol de los trillizos, que una vez más aplica la política de echos consumados para hacer irreversible cualquier alternativa de uso de un importante espacio agrícola”, aseguran.
Recuerdan finalmente que la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias de fecha 19 de junio de 2006 aprobó toda una serie de condicionantes ambientales que no se están cumpliendo, donde se destacaba que “el impacto acústico es uno de los más importantes que se van a producir como consecuencia de la futura instalación y funcionamiento de este proyecto, es absolutamente imprescindible que el futuro Estudio de Impacto Ambiental del proyecto constructivo de este centro contemple un estudio riguroso de este capítulo, particularmente centrado en las afecciones a los núcleos de población y zonas productivas colindantes con el área de actuación durante la fase de funcionamiento y realización de pruebas del motor y/o multitudinarios eventos de otra índole” algo que dudan seriamente que se haya realizado.
Ante este retraso por parte del Gobierno local, Frías pidió al alcalde, José Manuel Bermúdez, “que le diga a la ciudadanía de Añaza qué día exacto comenzarán las obras, pues lo único que ha hecho es anunciar, aunque no por los cauces oficiales, que ya existe un proyecto y que este saldría a licitación próximamente”. Pese a ello, añadió Frías, el proceso de licitación no ha sido anunciado y los vecinos no tienen constancia real de que las obras vayan a comenzar.
Sí se puede presentó en el Pleno de febrero una moción, elaborada después de varias reuniones y asambleas con vecinos del barrio, en la que proponía una idea del arquitecto Joaquín Galera. El proyecto, de bajo coste, con un acondicionamiento sencillo y realizable a corto plazo, podría haber estado listo antes del verano si el Pleno lo hubiera aprobado, pero el concejal de Obras, Dámaso Arteaga, abanderó la negativa del grupo de gobierno con el argumento de que ya existía una obra presupuestada, con la que los vecinos contarían con una zona baño este verano.
“El anuncio del alcalde, hace escasos días, de que el comienzo de las obras era inminente, es una prueba más de que el grupo de gobierno necesita una presión constante por parte de la oposición, como ha ocurrido en este caso con Sí se puede, para cumplir sus promesas, aunque en este caso lleguen con un retraso tal que, de hecho, Añaza se ha quedado un año más sin su demandada zona de baño, una obra modesta que no requiere inversiones multimillonarias”, dijo Frías.
Los pasos dados por Sí se puede en defensa de esta petición de Añaza son consecuencia de la falta de un espacio de baño en esta parte del litoral, lo que lleva a los vecinos a tener que trasladarse a otros municipios. En una asamblea celebrada en febrero con miembros de Sí se puede y ciudadanos de Añaza, estos demandaron unas mejoras sencillas y rápidas en el muellito para poder bañarse allí este verano y pidieron que no se hagan grandes promesas, como el proyecto “Pasea”, presentado en 2004 con un presupuesto de 40 millones de euros y que nunca se llevó a cabo.