Cabe recordar que Vultesa era en el año 2006 el mayor vendedor de Bridgestone-Firestone en toda España y uno de los primeros de toda Europa. En ese mismo año, el Grupo Vultesa contaba con cerca de 500 trabajadores en más de 30 centros de trabajo repartidos por todo el Archipiélago. En el año 2014, apenas quedan 30 empleados y el resto han sido despedidos sin derecho a indemnización después de un ERE y haber entrado la empresa en un concurso de acreedores.
Explica Domingo López que después de hacer un ERTE, la empresa propuso un ERE consensuado con el sindicato. Pero es entonces cuando la empresa de Ignacio González pasa a concurso de acreedores enviando a los trabajadores a la calle "como perros" -exceptuando una treintena de ellos que se quedaron en tres consignatarias que aún están en funcionamiento-.
La situación se hace cada vez más insostenible para los trabajadores despedidos, que siguen sin cobrar. Mientras, los juicios se siguen celebrando y en algunos casos con sentencias que condenan al empresario al pago de indemnizaciones.
Desde CGT advierten de que a pesar de la artimaña de tratar de “quitarse del medio” a los trabajadores más rebeldes, para desmovilizar al resto, tanto el propio Domingo López como el resto de trabajadores con sentencias, se han comprometido en asamblea a seguir apoyando y representando a todos los trabajadores estén o no afiliados al sindicato.
No dejan de preguntarse los trabajadores cómo si la empresa está tan mal que ha tenido que entrar en concurso de acreedores, por qué siguen abiertas las tres consignatarias de Vultesa, generando dinero a un empresario que no sólo se niega a pagar injustificadamente las indemnizaciones a los trabajadores despedidos, sino que por otra parte continúa pagando una misera al pequeño grupo de trabajadores que mantiene en plantilla.
Mucho menos entienden como se puede justificar que Vultesa esté arruinada, cuando pertenece a un conocido y boyante grupo empresarial familiar, privilegiado en Canarias, sin olvidar tampoco a dónde fueron a parar los ingentes beneficios que el empresario obtuvo tras el conocido como pelotazo de Las Teresitas.
Critican además el papel del político y empresario Ignacio “Nacho” González Santiago, hijo del empresario “este señor tiene varias empresas junto con su familia pero dice que no tiene que ver nada con el grupo”. Aseguran que como político (parlamentario canario y presidente del CCN) nunca se ha mojado con los trabajadores de Vultesa, aunque al parecer en una ocasión los llamó sin obtener más respuesta de él: “Nacho González solo será creíble como político que defiende a los ciudadanos cuando públicamente diga que, como representante del CNN y parlamentario, apoya la lucha de los trabajadores de Vultesa porque han sido estafados ó que comunique que no tiene nada que ver con los chanchullos de este grupo empresarial”.
El representante de CGT recordó finalmente otro hecho significativo, que ocurrió cuando los trabajadores de Vultesa se concentraron frente a la sede de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Teneride, donde se produjo un pequeño altercado “porque algún empleado nos dijo que estábamos perjudicando a los trabajadores de esta entidad, que también tienen problemas laborales”… “nosotros les respondimos que entonces lo que tenían que hacer es unirse a nuestras reivindicaciones y concentrarse con nosotros por fuera de la entidad”.