Isidro Fuentes
{mosimage}Como dice m o amigo Carlos RH, " Cuando la sociedad está sometida al Estado y no el Estado a la sociedad ocurren estas cosas, no hay democracia pero se disfraza. Crees que votas a tus representantes y no votas a nadie porque realmente están designados y nombrados a dedo por las cúpulas de los partidos. Te los meten en un pack llamado lista electoral y hasta la próxima si te he visto no me acuerdo.
En el Congreso, máxima representación del sistema parlamentarista como el nuestro, esto se traduce en que un 80% de sus escaños lo ocupan los burócratas desde jueces, letrados del Consejo de Estado, letrados de las Cortes, técnicos de la Adminitración Civil del Estado, economistas de Estado, inspectores de Hacienda, Trabajo y Seguridad Social y una larga representación de este clan, el mas poderoso y endogámico del Estado. Pues bien, esto significa ni mas ni menos que quien realmente está representado es el Estado, no la sociedad.
Por tanto, a la sociedad solo le queda ratificar las políticas del Estado cuando cree que está votando y después seguir siendo espectador pasivo de las mismas. El Estado se impone y somete a la sociedad, le marca el ritmo y la utiliza como bien quiera. Desde hacer que dediques seis meses de tu trabajo al mantenimiento del Estado y su casta política hasta que seas el colchón donde descanse el régimen.
Asi es nuestra peculiar democracia y así nos manipulan y nos desmovilizan, estamos atados a un Estado que es dueño y señor de nuestras vidas, no podemos mover un dedo sin la autorización del Estado, ni para montar un negocio ni para programar nuestro futuro, estamos atados y bien atados. No me extraña que sienta vergüenza de no poder hacer nada mas cuando salta a la vista el grosero comportamiento de los que manejan el Estado que es lo mismo que decir nuestros recursos. Entre ellos anda el juego, el ciudadano está una vez mas excluido de la partida, no puede mas que asistir a ella viendo como le roban y como se negocia con el ladrón la conveniencia de procesarlo, encarcelarlo o dejarlo, como en la mayoría de los casos, que la impunidad resuelva como mejor convenga.
La justicia, en este caso, también es una aliada del poder ejecutivo, pues la separación de poderes, que es la garantía para el ciudadano de la ausencia de abusos sobre él, queda muy comprometida con el férreo poder del sistema entre los que se cuenta. No hay mas que ver a los jueces y sus sentencias en el caso de las Cajas saqueadas por sus socios de sistema. Algún regalo de menor cuantía para el ciudadano para que no quede como muy descarado pero al fin y al cabo los consejeros pactan con la justicia su impunidad.
Está todo atado y bien atado."