EL BAR DE PEPE
{mosimage}{mosimage}Audio de la entrevista
Joaquín Hernández.- pues sorprendido estoy, sorprendido por dos razones: la primera por el cabreo que parece tiene D. Eligio Hernández, prestigioso abogado tinerfeño, con motivo de mi artículo de opinión que en mi sección “El Bar de Pepe” titulé “El extraño caso de D. Eligio Hernández” y la segunda por su amenaza a llevarme ante un tribunal por lo que él dice llamar calumnias e injurias sobre su persona.
Antes que nada quiero decirle públicamente a D. Eligio que estoy dispuesto a acudir a la llamada de la justicia por una presunta denuncia de “calumnias e injurias” también por dos razones: la primera es que al igual que él no tendrá que pagar abogado ni procurador, a esta persona, o sea yo, le sucederá lo mismo ya que en mi familia dispongo, también, de abogado y procurador de “oficio”, y la segunda porque estoy segurísimo que ningún juez o magistrado que se precie interpretará calumnioso o injurioso mi artículo de opinión “El extraño caso de D. Eligio Hernández”.
Verá D. Eligio, uno, yo, a la edad que tengo, con los años vividos en la dictadura que ambos, usted y yo aborrecíamos, hijo de un oficial de la policía Armada, de los grises, y amenazado constantemente por mis padres, los propios de mi padre, algunos colegas suyos de los juzgados de lo social, y metido en más de un follón en la checa del Gobierno Civil de Santa Cruz de Tenerife, sin más motivo que nombrar al obispo de La Laguna, me importa un bledo su amenaza de interponer una querella por los que usted llama “calumnias e injurias”, que si fuera tan buen abogado como dice ser, sabría de antemano, leyendo o releyendo mi artículo de opinión “El extraño caso de D. Eligio Hernández” que sólo expongo mi criterio y opinión sobe un personaje público y “notorio” tal cual es usted.
Otra cosa es que no le agrade mi opinión que realizo al amparo del artículo 20 de la Constitución Española, que creo ha olvidado y por lo tanto quiero recordarle:
Artículo 20 de la Constitución Española:
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.
Dicho esto, quiero manifestarle mi sorpresa ante su amenaza de querellarse contra mi persona con un talante que adivino nada democrático y me recuerda más a los “famosillos” de las revistas del corazón que a un prestigioso letrado de la flor y nata tinerfeña.
Mi artículo en nada ha sido “despectivo e insultante” ya que en todo momento he hecho referencia a temas relacionados a su persona y que se encuentran en cualquier hemeroteca de prensa escrita y digital. No he sido yo el primero en difundir la noticia de su defensa al Sr. Zerolo, ni he sido yo el primero en censurar su defensa a los prevaricadores del caso mamotreto, ni siquiera en el tema del gimnasio de los “hermanos” de la Salle me he manifestado, todo lo más que he hecho es copiar unas declaraciones del abogado Felipe Campos con las estoy completamente de acuerdo.
D. Eligio por último yo sólo quiero decirle que en estos momentos de cabreo y teniendo en cuenta que los dos somos hipertensos, nos relajemos tomando unos “polvos” mágicos de aquellos que usted defendía ante los tribunales, las cámaras de tv, las alcachofas de la radio y sus múltiples entrevistas en la prensa isleña y nacional y si acaso usted lo ve más anti estrés un debate ante los micrófonos de la radio del pueblo y “pelillos a la mar”, y como la vida es mejor beberla que vivirla le propongo un par de copitas de manzanilla “La gitana” acompañados por Cesar Rodriguez Placeres, que pagará la coña marinera, en la tasca Alandalus en la muy noble, leal y patrimonio de la humanidad ciudad de San Cristóbal de La Laguna y un choque de manos hablando de su señor padre y el mío, de las putadas de esta dictacracia que nos ha tocao vivir y que así y todo la preferimos al pasado franquista de triste recuerdo para los tres , usted, Cesar y yo. Y si no acepta mi propuesta pues na…que Dios reparta suerte, pero le advierto que en caso de perder usted, agárrese los “machos” mi hija es una abogada, como usted, de prestigio reconocido y carísima en sus minutas, claro que ella no defiende chorizos de cuello blanco. Hasta más ver D. Eligio y no se me cabree … coño!!