{mosimage}SB-Noticias.- Los nacionalistas advirtieron en enero de que se iba a producir una doble subida de este impuesto, la que recogía el Plan de Ajuste del Gobierno de Castellano y la derivada de su decisión de acogerse a la orden ministerial que suponía revisar al alza el valor catastral, pero hasta cinco días antes de que llegue el recibo la alcaldesa no ha querido darse por enterada.
Y es que, según ha anunciado la alcaldesa, el Gobierno baraja varias posibilidades: ha enviado una carta al Ministerio de Hacienda solicitando que paralice la subida y devuelva la tasa al 0,57%, y habla por otro lado de la posibilidad de subvencionar a los ciudadanos afectados si la subida no se pudiera frenar.
Intentos que llegan en paralelo al anuncio público de Mari Carmen Castellano (PP) de que desea repetir como candidata a la Alcaldía en las próximas elecciones.
Es decir que, después de que NC ya advirtiera hace seis meses de que se iba a producir esta doble subida del IBI, al sumarse la aplicada en el Plan de Ajuste del Gobierno (que era la máxima permitida por la ley) y la derivada de su decisión de acogerse a una orden ministerial que suponía revisar el valor catastral al alza -y sin que en todo este tiempo haya querido escuchar ni la advertencia ni las soluciones propuestas por los nacionalistas- lo único que ha motivado a Castellano a paralizar esta presión fiscal inaguantable ha sido su interés muy personal de repetir como alcaldesa. “Es absolutamente irresponsable que la máxima mandataria de una ciudad como Telde, que sufre un contexto de crisis como el actual, haya permitido que se pierda medio año sin mover un dedo al respecto, cuando NC estaba no sólo advirtiendo de que esto iba a suceder, sino ofreciendo soluciones, y reaccione sólo cinco días antes de que el recibo llegue a los ciudadanos por intereses personales y electoralistas”, ha declarado la presidenta de NC, Carmen Hernández.
El grupo nacionalista subraya además la falta de rigor y responsabilidad de un Gobierno que “actúa por impulsos” y habla de que baraja posibilidades pero todavía no sabe cómo salir de esta, y “esperemos que no se les esté pasando por la cabeza aplazar el recibo a 2015, después de las elecciones, sólo para ahorrarse ahora el desgaste pero condenando a una asfixia aún mayor a los ciudadanos el próximo año”, ha añadido Hernández.