Antonio Aguado Suárez. Militante del Partido Socialista Canario –PSOE-
{mosimage}Quienes desde hace cerca de 30 años vimos la deriva del PSOE con la acumulación de tanto poder, tras su llegada en octubre de 1982 a la Moncloa y el incremento del mismo, como consecuencia de la amplia victoria electoral obtenida en las elecciones municipales y autonómicas de1983, que le posibilitó gobernar en la mayoría de las comunidades autónomas, diputaciones, cabildos y ayuntamientos y que desde las instituciones se estaba secuestrando al Partido, ya considerábamos que para evitarlo había que separar el cargo orgánico del institucional.
Ese toque de rebeldía lo echamos a faltar, al comprobar la votación ejercida libremente (que como es lógico se respeta y asume),por todos los afiliados en las primarias celebradas el pasado 13 de julio, en la que salió elegido como secretario general Pedro Sánchez, candidato casi exclusivo del aparato (la mayoría de los dirigentes a todos los niveles), del Partido y la otra parte jugó a favor de Eduardo Madina, por lo que Pérez Tapias, tuvo que hacer su campaña con muchas adversidades.
De todas formas. hay que celebrar lo más importante: la consecución de las primarias para elegir a la secretaría general y así acabar con el compadreo de su elección por parte de los dirigentes y sus acólitos que como delegados salidos en listas cerradas, eran los que participaban en los congresos y tenían esa exclusividad.
El congreso de los días 26 y 27 de julio, fue testimonial y sólo para refrendar al compañero Pedro Sánchez como secretario general, elegir a los miembros de la ejecutiva y del comité federal. En las vísperas del congreso él había expuesto que de ser elegido, haría una ejecutiva los más operativa posible y que consideraba que como máximo tendría que ser de 25 personas. Sin embargo eso no ha sido así y su composición ahora es de 38 miembros. Aquí está una de las claves del congreso y la deriva que hasta su celebración y desde las primarias tuvo el Partido. Como suele ocurrir no tuvo la fortaleza suficiente ante los barones regionales y la gran baronesa Susana Díaz, que le impusieron sus condiciones, algunos entrarían en la ejecutiva a “rio revuelto”, como incomprensiblemente tuvo que ser en el caso del impresentable Javier Abreu, que en su currículo debería sólo constar: conspirador político profesional.Como órgano colegiado sus miembros deberían ser de la absoluta confianza del secretario general y compartir un mismo proyecto, por eso Eduardo Madina fue coherente y rechazó el ofrecimiento de integración, basándose en que él tenía su propio proyecto. Con esos mismos argumentos e incluso acrecentados, Pérez Tapias tuvo también desde un principio que rechazar el ofrecimiento para su inclusión en la ejecutiva y no estar hasta el último momento, esperando por la llamada de Pedro Sánchez para ser integrado, algo que de haber ocurrido no se comprendería si realmente apostaba por un proyecto diferente.
En la elección del comité federal como órgano máximo entre congresos, el compañero Pedro Sánchez tuvo la oportunidad y la desaprovechó,para llevar a efecto su promesa de renovación e integración y más habiéndose incrementado su composición de 64 a 107 miembros y no para incluir a muchos compañeros que ya están más que amortizados y algunos como son los casos de Chaves y Griñan, pueden traer complicaciones debido al problema de los ERES, sangría económica de muchos millones de euros, que durante un largo tiempo se ha venido produciendo en Andalucía mientras ambos eran presidentes de esa comunidad autónoma.La integración tenía que haber contemplado una mayor representatividad y reflejo de los apoyos obtenidos por Eduardo Madina y Pérez Tapias, pero peor aun y no se comprende, que habiendo entrado en el mismo tantos mediocres, se haya marginado amilitantes sumamente validos, como es el caso del compañero Juan Fernando López Aguilar.
De todas formas hay que desearles mucha suerte, especialmente a nuestro secretario general Pedro Sánchez, quien ha empezado bastante bien, pues nada más estrenar el cargo, dio las instrucciones oportunas para que el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, no votara conjuntamente con la derecha europea al candidato Jean-Claude Juncker, como candidato a la presidencia de la Comisión y ha manifestado que en España y en lo que respecta al PSOE, no habrá un gobierno a la alemana de coalición.
Igualmente ha vuelto a incidir en varias de sus propuestas, fundamentalmente las referidas a la reformas necesarias de la constitución para lograr un estado federal y laico, denuncia y fin de los acuerdos suscritos con el Vaticano, derogación de la actual ley laboral, lo mismo si se llega a aprobar la ley Gallardón sobre el aborto, etc… Todos estos pronunciamientos a los socialistas nos eleva la moral, algo que tanto necesitamos, pero su deseada materialización es muy compleja, debido a que no depende de nosotros mismos, pero si depende de Pedro Sánchez como secretario general, llevar a efecto lo que prometió y sabemos que hará,con relación a no tolerar “socialistas” corruptos, pero hay otra faceta que es la inmoralidad (tendría que ser ilegalidad), como es el de las “puertas giratorias”, para lograr cargos muy bien remunerados en instituciones, grandes empresas: energéticas, bancarias, etc… En esta situación que la ciudadanía rechaza y con toda la razón nos está pasando factura, se encuentran compañeros y compañeras empezando por Felipe González, a quienes si puede y debe darles un plazo lo más corto posible para que abandonen esos cargos.
También y como no lo hizo en el congreso y para realmente renovar e integrar, tendría que llevar al primer comité federal, una resolución que con carácter retroactivo en las compañeras y compañeros afectados, y a partir de las próximas elecciones autonómicas y municipales, contemple la limitación del tiempo en los cargos públicostanto de elección como de designación y así la política deje de ser una profesión.
Éstas medidas renovadoras y regeneradoras por ser de carácter interno si se pueden adoptar y nos elevaría mucho más la moral,pasando a ser un ejemplo que la Sociedad las valoraría positivamente.