Los niños y niñas saharauis que año tras año nos visitan gracias a la solidaridad de las familias que con tanta generosidad los acogen y los cuidan , no son sólo niños y niñas, son además representantes de su pueblo, el pueblo Saharaui,el cual fue expulsado de su tierra hace ya 39 largos años. Es por esto, que cuando nos comprometemos a invitar y a acoger a estos niños nos comprometemos a su vez con la causa justa de su pueblo. El rechazo de Marruecos a aceptar las disposiciones de la ONU sobre el referéndum para el Sáhara y la continua violación de los derechos humanos por parte de sus fuerzas policiales nos obliga a seguir manifestándonos en las calles.
Los niños y niñas saharauis necesitan que les ayudemos a recordar al mundo que siguen luchando para que un día puedan volver a su tierra. Nosotros, que les invitamos y acogemos durante unos meses como su familia,queremos su bienestar y que algún día puedan ejercer sus derechos en su casa y en su propia tierra.