Círculo PODEMOS Telde
{mosimage}El desprecio de los gobernantes hacia los habitantes de un país, habitantes que cada vez tienen menos fe, se demuestra un día sí y otro también. En Telde hay un barrio llamado Ojos de Garza. Es zona de asentamiento, primero de antiguos canarios (canariis), luego, con la construcción de La Torre, de castellanos, y posteriormente de marinos y otras gentes que ejercían otros trabajos.
A principios del siglo XX era todo un pueblo, hasta que llegó el ejército de Aviación y este asentamiento se convirtió en el aeropuerto de Gando, llamado hoy de Gran Canaria, desplazando a sus gentes hacia lo que hoy se conoce como Ojos de Garza. En el presente, y obligado exclusivamente por presiones políticas, el Ministerio de Fomento, a través de AENA, decide (Plan director del Aeropuerto de 2001) el disparate de crear una innecesaria tercera pista (las actuales están al 53% de su capacidad potencial en una isla que no se puede permitir obras y derroches faraónicos por su limitado territorio). Y aquí comienza el calvario para las más de 1.100 familias del barrio de Ojos de Garza, La Montañeta y el Caserío de Gando.
Para empezar, se limita el crecimiento económico de estos núcleos y queda excluida la posibilidad de implantar nuevos usos residenciales, dotaciones sanitarias y educativas, castrando la posibilidad de prosperar y mejorar el nivel de vida de todos sus habitantes. Y no sólo esto, el impacto acústico de esta tercera pista afectará a barrios como Carrizal y Salinetas, sin contar con que la carretera GC-1 desaparecerá y habrá que abrir otras nuevas (con sus gastos que nuevamente saldrán de nuestros bolsillos en detrimento de los servicios sociales para nuestros ancianos y de paliar la necesidad de comida en muchas familias canarias, sanidad, educación, escuelas Infantiles, comedores escolares…). Estas carreteras afectarán a pueblos y barrios como los de Marzagán, Jinámar, Caserones Alto y Bajo, La Higuera Canaria, Tara, La Herradura, San José de Las Longueras, El Cascajo, El Ejido, La Rocha, Medianías, Lomo Cementerio, Jerez, El Goro, y algunos caseríos del norte de Ingenio, que se verán fuertemente perjudicados por estas nuevas carreteras porque serán expropiadas sus viviendas o afectadas por servidumbres, ruidos, contaminación atmosférica, riesgo de grietas y desplomes en viviendas en el caso de túneles y vallado.
A todo esto hay que añadir la transformación del territorio y el mal que causará a las actividades agrícolas, al valor paisajístico y natural, y a actividades económicas de carácter industrial y de procesado. El deterioro económico, social y medioambiental que pueden generar estas infraestructuras es desproporcionado y de consecuencias definitivas para todo Telde y Gran Canaria. Pero ya estamos acostumbrados a las mentiras y engaños de nuestros políticos, que muy probablemente obtengan beneficios de esta situación, bien para poder especular con el suelo rústico que ocupará el aeropuerto, o bien gastando casi 1.000 millones de nuestro dinero para construir un aeropuerto que pasará a manos privadas.
La lucha que mantiene actualmente Margarita Alonso, jugándose la vida para lograr un compromiso que les permita garantizar un futuro a sus habitantes, cae en saco roto. Muchos apoyos de partidos y personalidades “influyentes”, muchas fotos y prensa pero la vida de una mujer que busca justicia sigue en peligro y la justicia más ciega que nunca.