Sí se puede presenta una moción para proteger las casas y los comercios tradicionales del casco histórico lagunero
{mosimage}SB-Noticias.- El portavoz Insular de Sí se puede, Fernando Sabaté, ha mostrado el rechazo de su formación política a las nuevas agresiones militares contra la población palestina que vive en la Franja de Gaza, bajo la operación “Borde Protector”, que ha consistido en ataques aéreos sobre la zona.
Desde Sí se puede lamentan la nueva espiral de violencia que se vive entre el Estado de Israel y Palestina, que en los últimos días ha dejado a decenas de personas asesinadas. Del mismo modo consideran absolutamente desproporcionada la brutal respuesta del gobierno israelí, utilizando bombardeos y ataques de castigo contra la población civil de Gaza, incluso contra los familiares de los supuestos autores de acciones violentas contra civiles israelíes.
Sabaté considera que la población canaria debe ser solidaria con las víctimas de estos ataques y por ello respaldarán las acciones que se convoquen para mostrar el rechazo a las mismas y pedir la paz en la zona. Igualmente, piden que el Gobierno de Canarias y el Gobierno estatal se sume a estas reivindicaciones para lograr el fin de las ilegalidades que se están cometiendo contra Palestina y alcanzar un respeto necesario de los derechos humanos de todos los implicados en este conflicto.
La organización de izquierdas quiere manifestar finalmente su solidaridad con el pueblo palestino y sus justas reclamaciones. Asimismo, esperan que se logre una solución pacífica a un conflicto que, en su opinión, “sigue siendo promovido por las potencias extranjeras que han respaldado durante las últimas décadas el belicismo israelí”.
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Proponen la creación de una guía de establecimientos comerciales tradicionales y otras medidas de apoyo de estas actividades
La formación ecosocialista propone medidas concretas para el mantenimiento de este patrimonio colectivo del casco histórico de La Laguna, donde un alto porcentaje de la planta baja de edificios históricamente dedicados al uso residencial, se ha reconvertido en locales comerciales, con la consiguiente modificación de parte de la estructura del edificio y de las necesidades de servicios que generan dichos locales en la calle y en el casco histórico en su conjunto. “Esa tendencia a sustituir la residencia por la actividad comercial, ha tendido en los últimos 10 años, de forma preocupante, hacia una modalidad única, en lugar de la diversificación aconsejada por los expertos, con una alta concentración de establecimientos de hostelería de restauración, que llegan a copar casi el 80% de las plantas bajas en algunas calles”, explican.
Mena recuerda que el historiador Santana Acuña indica sobre esta zona del municipio que “los comercios del centro histórico se parecen cada vez más a los de un paseo marítimo en el Sur de Tenerife. Ya no cubren las necesidades básicas del ciudadano residente en el centro. Están desapareciendo las tiendas de comestibles, los molinos de gofio, las pescaderías, las carnicerías, las guarderías, los centros de ocio, etc. En realidad, estos ciudadanos y el pequeño y medio comercio local están siendo expulsados del centro en beneficio de las franquicias, las tascas y las sedes de oficinas”.
En Sí se puede aclaran que pese a tener un reconocimiento internacional como ciudad patrimonio de la Humanidad y haber existido diversas normativas supuestamente destinadas a la protección de los rasgos físicos y humanos que conllevaron a la UNESCO a otorgar la distinción, la realidad nos indica que “en La Laguna se ha producido en gran medida lo contrario, con una desaparición de viviendas humildes en su totalidad, sustituidas por edificaciones de dos o más plantas, y estilos totalmente diferenciados a los rasgos de la construcción tradicional del Norte de Tenerife; se han sustituido usos tradicionales en numerosos edificios del casco histórico, lo que también ha implicado la mutilación de muchos edificios mediante el cambio de la distribución de sus elementos morfológicos (patios, estancias, portales, huertas, etc.) e incluso, de su propia estructura en algunos casos”.
Mena defiende “un casco histórico vivo y variado, donde convivan formas tradicionales de comercio con los nuevos estilos, donde viva la gente y no sea un simple espacio de consumo más”. En este sentido proponen una Ordenanza por la cual se bonifiquen las tasas e impuestos recaudados por el Ayuntamiento, a los propietarios que pongan en alquiler viviendas tradicionales o pisos en edificaciones situadas en el casco histórico, con importes máximos fijados por la Administración.
Defienden además la realización de una campaña de embellecimiento de fachadas, patios o azoteas según los elementos tradicionales, con un premio para la edificación mejor rehabilitada y restaurada de acuerdo a los cánones tradicionales, que se hará efectiva en forma de subvenciones a las tasas e impuestos municipales. Indican que esta iniciativa ya existe en algunas regiones europeas como Escocia, e incluso del Estado español, como en Navarra o Pontevedra.
Igualmente proponen bonificar los impuestos municipales a los propietarios de establecimientos tradicionales comerciales que lleven abiertos al menos 25 años y tengan reconocimiento de tales en su entorno. Esta iniciativa se acompañaría de otras acciones, como una guía de establecimientos comerciales tradicionales (ventas, mercerías, talleres artesanales, etc), para que sea difundida entre población y visitantes, pudiéndose crear al efecto un logotipo a colocar en la fachada del establecimiento, para su distinción desde la calle por parte del público.
La moción de la formación de izquierdas también incluye la propuesta de establecer una comisión de patrimonio multi-institucional e interdisciplinar en la que participen expertos, científicos, académicos, políticos y ciudadanos encargados de gestionar el casco histórico. Dicha comisión tendría por objeto la selección de un grupo históricamente representativo de casas terreras y casas sobradadas del casco histórico de La Laguna, que sería catalogado con el nivel más alto de protección, como el que tienen actualmente grandes monumentos en la ciudad, para su restauración y conservación.