EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}El caos en la Sanidad pública española empieza a ser evidente, mientras la "industria" sanitaria privada se prepara para vivir los mejores ejercicios económicos de su historia. La quita de importantes partidas destinadas a la salud pública de los Presupuestos Generales del Estado, el despido masivo y jubilaciones forzosas de personal sanitario (cirujanos, médicos, enfermeras, asistentes sanitarios, limpiadoras, etc.) empieza a sacudir con fuerza a la población más vulnerable: ancianos y niños.
Los casos se repiten a lo largo de la geografía española, desde Galicia a Canarias de norte a sur y de este a oeste. Las urgencias tercermundistas es una cuestión de siempre, pero en estos momentos agudizada un 100% por la carencia de personal y en algunos casos de instrumental, plantas cerradas por falta de atención, quirófanos ídem y malestar en todo el personal hospitalario y ambulatorio. "Por muy profesionales que somos, por mucho amor a nuestra profesión a sabiendas que somos pieza fundamental de la sociedad en cuanto a que velamos y cuidamos su salud, esto nos está desbordando. Estamos a mínimos tanto de personal como de medios, con este panorama las muertes se sucederán con tanta rapidez que nos veremos incapaces de frenar una simple infección hospitalaria." de esta forma se manifestaba un prestigioso cirujano del Hospital del Valle de Hebrón de Barcelona.
En Canarias el problema es aún mayor, si tenemos en cuenta la bajísima calidad de la sanidad privada no es de extrañar que todo el problema se magnifique.
Lo penoso de todo esto es el cinismo, la hipocresía y la falta de escrúpulos con los argumentos que exhiben los políticos al pronunciarse sobre el tema de lo que ellos han dado en llamar "recortes", sobre todo cuando se pide un macro crédito de 100.000 millones de euros para "salvar la banca española", de manera que mientras entre todos "salvamos los bancos y cajas de ahorros" sus directivos cobran millones de esos euros como indemnización por "despido forzoso", nosotros, los que avalamos y abonamos esos miles de millones de euros, podemos ver como la falta de dinero invertido en nuestra salud es tan insuficiente que corremos grave riesgo de muerte por la falta de medios de nuestra sanidad pública. Mientras tanto el ex presidente de Caja Madrid, "Sr. Blesa" estará disfrutando de sus maravillosas vacaciones en su casa de Miami.
¿A quien imputará nuestros fiscales y jueces la culpabilidad de tanta muerte provocada por priorizar el “rescate a la banca” a costa de nuestra salud?
Las estafas de las cajas de ahorros y la banca, vendiendo productos “tóxicos” a miles de pensionistas que pusieron los ahorros de toda su vida en manos de estos ladrones de guante blanco, no puede quedar impune, no basta con devolver parte del dinero robado con “las preferentes”, no basta con decir “es la Ley” cuando se desahucia a una familia y además de recuperar la vivienda se le impone el pago de una cantidad por la diferencia de tasación entre la compra y el embargo del inmueble que en la mayoría de los casos lo pagarán de por vida.
¿A quienes imputarán nuestros fiscales y jueces la culpabilidad por inducción al suicidio de tantos “desahuciados” por las cajas de ahorros y la banca carroñera?
Una justicia obsoleta, donde se pelean fiscales y jueces, donde el fiscal defiende al delincuente en contra del Juez que instruye el caso resulta todo tan patético que si no fuera porque estamos hablando de la Ley, del pilar fundamental donde se asienta toda democracia que se digne, parecería un show de payasos en el circo.
Los españoles, muy dados al refranero popular, podremos empezar a decir aquello de “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”.