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{mosimage}Última llamada es el título de un manifiesto hecho público hoy en el que se reclaman propuestas de cambio más audaces para hacer frente a una crisis ecológica que “afecta a todos los ámbitos y provoca injusticias sociales”. Casi 250 académicos, intelectuales, científicos, activistas y políticos han firmado un documento dirigido especialmente a los proyectos sociales y políticos alternativos. Sus impulsores reclaman que no valen recetas antiguas, y que se precisa una “gran transformación”.
“Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible”, explica el manifiesto, que recuerda que se agotan los recursos naturales y energéticos y se rompen los equilibrios ecológicos de la Tierra: “La crisis ecológica no puede esperar ni es un tema parcial”.
Frente a este desafío “no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sostenible, ni la mera apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta economía verde que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales”. En el manifiesto se subraya la necesidad de una gran transformación que rompa con las inercias del modo de vida capitalista, basado en el consumo, y con los intereses de grupos privilegiados.
Pensadores y escritores, representantes de movimientos sociales, del ámbito feminista y del universitario, de sindicatos y partidos políticos se han suscrito este documento abierto que quiere llamar la atención sobre la oportunidad que se abre en la actualidad.
El manifiesto hace referencia al “despertar de dignidad y democracia que supuso el 15-M”, que “está gestando un proceso constituyente que abre posibilidades para otras formas de organización social”.
Pero es fundamental que los proyectos alternativos tomen conciencia de las implicaciones que suponen los límites del crecimiento y diseñen propuestas de cambio mucho más audaces, reclama el documento. No valen antiguas recetas, porque “la crisis de régimen y la crisis económica sólo se podrán superar si al mismo tiempo se supera la crisis ecológica”.
Última llamada subraya la urgencia para emprender la gran transformación. “A lo sumo tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables”.
El manifiesto, que pretende abrir un amplio debate en los proyectos sociales y políticos en construcción, aspira a “ganar grandes mayorías para un cambio de modelo económico, energético, social y cultural”.