La unidad de la sociedad canaria para rechazar las prospecciones acabará imponiendo la cordura y el interés general frente a la imposición del Estado para beneficiar a Repsol, dijo
{mosimage}{mosimage}Audio de la charla
SB-Noticias.- La Sala San Borondón de La Laguna acogió este fin de semana una charla coloquio sobre las prospecciones petrolíferas en aguas ultraprofundas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura a cargo de Ezequiel Navío, director de Acción Global del cabildo de Lanzarote, en un acto organizado por la Asociación Arume y la Coordinadora Canaria contra las prospecciones, quien aseguró que se trata de un proyecto que en sí es un despropósito, pero que constituye una gran amenaza para los intereses canarios.
El experto en materia medioambiental recordó que la primera autorización aprobada por el gobierno español a Repsol fue en diciembre de 2001, es decir, esta pretensión de imponer el proyecto del petróleo en las islas tiene 13 años detrás, pero ya en 2002 el cabildo de Lanzarote presentó un recurso ante el Tribunal Supremo, que fue ganado en 2004 tras argumentar los magistrados que el expediente de impacto ambiental de la petrolera adolecía de elementos fundamentales desde el punto de vista ambiental.
Hablamos de que ya entonces el Supremo suspendió el Real Decreto para las prospecciones, a partir de entonces Repsol trata de ir subsanando las deficiencias hasta que en 2011 entra el gobierno estatal el PP y se nombra a José Manuel Soria como ministro de Industria y Energía, quien reanuda de forma inmediata este proyecto, aprobando en marzo de 2012 un nuevo Real Decreto, que “supuestamente” convalida las condiciones del aprobado por el gobierno de Aznar en 2001.
Navío sostiene que la decisión del gobierno estatal de aprovechar el Real Decreto de 2001 para homologarlo no tiene sustentación desde el punto de vista de elementos fundamentales, ya que en 2001 el número de pozos que se autorizaba a Repsol era un máximo de dos, sin embargo ahora el trabajo será a partir de dos pozos, lo cual no es un elemento sin importancia, sino verdaderamente sustancial, porque se le da permiso a la petrolera para llevar a cabo indeterminadas catas.
Desde el punto de vista del riesgo ambiental, este hecho supone un incremento notorio de las posibilidades de que se produzcan vertidos importantes, no solo por las dificultades y riesgos que ya entraña cualquier perforación en aguas tan profundas, sino porque lo reconoce Repsol en su propio estudio de impacto ambiental.
Hablamos de que oficialmente se reconoce el hecho de que en caso de que haya vertido de petróleo fuera de control, cerca del 25% del crudo impactaría en la costa marroquí, y más de un 5% llegaría a nuestras costas, lo que significa que la trasnacional asume que es probable que exista ese daño medioambiental en Canarias.