Antonio Aguado Suárez*
{mosimage}En el proceso para la elección del candidato a la secretaría general del PSOE entre Pedro Sánchez y Eduardo Madina, prefiero a éste, pero analizando la situación tan grave por la que atravesamos, si no hubiera Pérez Tapias en contra del aparato del Partido a todos los niveles, conseguido los avales suficientes y la elección se tuviera que hacer entre los dos anteriormente reseñados, mi voto sería en blanco y es que ambos, con algunos matices (a favor del segundo) representan lo mismo y no quiero ser participe y cómplice de que el Partido con tantos “paños calientes” se siga deteriorando y pase después de los próximos procesos electorales a ser residual o testimonial.
Esto y muchas otras propuestas como el necesario giro a la izquierda, abrir un proceso constituyente para que al final del mismo con el tiempo suficiente y con sosiego el pueblo español pueda decidir sobre un nuevo modelo de estado: laico, federal y plurinacional y su correspondiente jefatura, monarquía o república, solo lo garantiza José Antonio Pérez Tapias, que en caso de acceder a la secretaría general, no utilizará éste cargo (coma la mayoría suelen hacer), para presentarse como candidato a las primarias para la presidencia del gobierno y sólo se dedicará a regenerar, reactivar y potenciar al Partido, para que sea el instrumento necesario de transformación y cambio de ésta sociedad cada vez mas desigual e injusta.
Pérez Tapias, aun habiendo sido el primer candidato oficialmente presentado ha estado sistemáticamente por el aparato (jerarcas) del PSOE, arbitrariamente marginado y ninguneado por la gran mayoría de los medios de comunicación, precisamente porque con su (nuestro, de muchos que junto con él venimos desde hace tiempo reivindicando todas estas medidas) proyecto, rompe con lo impuesto y establecido, tanto dentro como fuera del Partido.
A esto hay que añadirle, que a diferencia de él que como decano de la facultad de filosofía de la Universidad de Granada, ha tenido que cumplir con su trabajo, los otros candidatos por ser diputados, contaron y seguirán contando con más tiempo y ventajas para poder desplazarse y contactar directamente con las afiliadas y afiliados y así poder recabar sus avales y a partir de ahora votos.
Como miembro del comité de apoyo a Pérez Tapias, he podido comprobar la desigualdad de oportunidades existentes entre los candidatos oficialistas y él, aparte de que las normas impuestas (tope mínimo por abajo del 5% del censo, cerca de 10.000 avales y ninguno por arriba), no han permitido el pase de más candidatos. Esto fue una experiencia que a Griñan (inexplicablemente continua como político profesional, ahora como senador), en Andalucía le salió bien con su “paripé” de primarias, para que su candidata, Susana Díaz, recogiendo el grueso de los avales, no tuviera oposición, imposibilitando la participación de dos compañeros que tratando de competir con ella se habían presentado.
La formula de las primarias es la más abierta para elegir a los cargos orgánicos (secretaría general) y públicos (cabezas de listas a las instituciones), pero es evidente que hay que aprobar un reglamento que las regule, para que sean verdaderamente democráticas, transparentes, plurales y participativas. Puedo asegurar que intentar coger aval por aval para los candidatos no oficialistas, como ha sido mi caso con Pérez Tapias, es una verdadera odisea. Los oficialistas cuentan y disponen con el aparato del partido a todos los niveles.
Aunque lo más lamentable ha sido detectar el reparo o temor de compañeros con intereses (legítimos) personales, para avalar a los candidatos no oficialistas y es que el aval, aunque interno, pero es público y se tiene que pedir directamente, en consecuencia, hay que buscar una formula (¿uno, dos o tres días de votación personal y secreta de los avales en las agrupaciones locales y en urnas precintadas?), que posibilite la libre votación, sin presión, ni coacción.
Es evidente que quienes como dirigentes nos han traído a ésta situación, entre otras cosas votando en el parlamento por imposición externa (la Troika y Ángela Merkel) a espaldas y en detrimento del pueblo español, la modificación del articulo 135 de la Constitución, no tienen autoridad moral para producir los cambios necesarios que puedan hacerle frente a la política neoliberal y tan injusta que el Partido Popular y su gobierno vienen practicando.
Por todo lo que representa: formación, integridad, capacidad y experiencia y lo que pretende (pretendemos), considero que el compañero José Antonio Pérez Tapias, es la persona necesaria para acceder al cargo de secretario general, en la confianza y seguridad que cambiará el PSOE y haciéndolo del conjunto de las afiliadas y afiliados, lo más importante, hará que de nuevo vuelva a sintonizar e ilusionar a los ciudadanos y ciudadanas a quienes nos debemos.
*Militante del Partido Socialista Canario –PSOE-