Oceana lamenta la sentencia del Tribunal Supremo en el juicio contra Repsol
{mosimage}SB-Noticias.- Ante la decisión hoy del Tribunal Supremo (TS) de rechazar los siete recursos presentados contra las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las islas Canarias, Greenpeace lamenta profundamente este fallo judicial. Recuerda que, a la espera de conocer en profundidad los argumentos esgrimidos por el TS, no se pueden anteponer los intereses de una multinacional por encima de los de la ciudadanía y el medio ambiente.
Greenpeace reclama a la multinacional Repsol y al Gobierno central que atienda, respete y acepte las demandas de la población canaria, del sector turístico internacional y de la comunidad científica, que han advertido reiteradamente de los riesgos de las prospecciones sobre el medio natural oceánico y costero, sobre el turismo (principal sustento económico de las islas) e incluso sobre el abastecimiento de agua potable a la población, ya que el 100% de este recurso en Lanzarote y Fuerteventura procede del agua del mar.
La zona donde Repsol pretende perforar, una de las más ricas del mundo por su biodiversidad, se localiza en una franja oceánica de 616.000 hectáreas, a 9,7 kilómetros de Fuerteventura y a 18 kilómetros de Lanzarote. Alberga una de las comunidades de cetáceos más importantes del mundo, con 29 especies diferentes entre los que destacan zifios, rorcuales, cachalotes, delfines, calderones y orcas. La Declaración de Impacto Ambiental favorable a Repsol reconoce la posibilidad de que, en caso de producirse un derrame grave durante los sondeos, las islas Canarias recibirían el 5,85% de los vertidos y el 26,2% impactaría contra la costa marroquí.
Greenpeace realizará mañana una rueda de prensa frente al Cabildo de Las Palmas y entregará a la Delegación del Gobierno un informe contra las prospecciones petrolíferas y otros documentos que demuestran que es innecesario poner en riesgo al archipiélago. Además, el sábado 28 tendrá lugar un Día de Acción Global en distintos puntos de España contra las prospecciones.
El proyecto de Repsol interfiere con la declaración de un área marina protegida para cetáceos y afecta potencialmente a 25 espacios protegidos.
Oceana lamenta la decisión del Tribunal Supremo que aprueba los permisos concedidos a Repsol para llevar a cabo prospecciones de hidrocarburos en las costas orientales de Fuerteventura y Lanzarote. Esta decisión contribuye a la destrucción de hasta 25 áreas marinas y 82 especies protegidas que Oceana documentó durante su expedición en esta zona, como explicó el perito de la organización internacional marina presente en el juicio.
“Estamos hablando de permitir sondeos exploratorios en lugares donde el propio MAGRAMA admite carecer de información sobre las comunidades que habitan. Además, ha aprobado un Estudio de Impacto Ambiental en el cual Repsol declara desconocer las ubicaciones definitivas donde tendrán lugar las perforaciones, entre otras deficiencias”, señala Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa, y perito experto en ecosistemas de profundidad durante el juicio. “Lamentamos que el Tribunal Supremo se haya dejado influir por esta decisión”.
Los permisos de exploración fueron concedidos inicialmente por el Ministerio de Industria con una fuerte oposición del Gobierno autonómico de Canarias y los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote. Estos permisos abarcan un área de 616.060 hectáreas –casi 2,5 veces la superficie emergida de las dos islas– que no ha sido suficientemente explorada y donde podrían existir corales de hasta 8.000 años de antigüedad, asociados a grandes profundidades y a zonas de emanaciones de gas.
“Es una vergüenza cómo el Gobierno está repartiendo permisos de explotación que benefician a unos pocos, arriesgando al resto de los españoles a perder innumerables hábitats esenciales y de gran fragilidad”, añade Aguilar. “Los ecosistemas profundos canarios son únicos y sostienen especies claves para el turismo y las pesquerías de la zona. Es una inconsciencia destruir estos hábitats en unos pocos años para favorecer la extracción de un recurso energético finito y altamente contaminante”.
La organización internacional de conservación marina Oceana señala que el proyecto de Repsol pone en riesgo la preservación de lugares protegidos como la reserva marina de la Isla Graciosa – Archipiélago Chinijo (la segunda mayor área marina protegida de España), Cagafrecho, la Isla de Lobos y el estrecho de la Bocayna. Además, compromete las reservas de la biosfera canarias, ya que la UNESCO podría anular dicha designación si el proyecto se llevara a cabo.
El proyecto interfiere también con la declaración de una nueva área marina protegida en el marco de la Red Natura 2000 (LIC Espacio Marino del Oriente y Sur de Lanzarote-Fuerteventura-). Al sur de Fuerteventura se halla una de las zonas de más interés del mundo para los zifios, unos cetáceos que se alimentan a profundidades superiores a los 600 metros.
El portavoz de Sí se puede, Fernando Sabaté, cree que el rechazo del Tribunal Supremo de los siete recursos presentados contra las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias “es un auténtico atropello y un desprecio contra las instituciones, los colectivos sociales y las voces más reconocidas de la comunidad científica canaria”.
La noticia de que los jueces del Supremo han desestimado los recursos interpuestos contra el Real Decreto 524/2012 de 16 de marzo, en el que el Gobierno español concedió nueve permisos para realizar las prospecciones en aguas cercanas a Canarias, es para Sabaté una nueva mala noticia para una población que asiste con rabia e impotencia a unas acciones que ponen en grave peligro nuestros recursos naturales, nuestra principal actividad económica e incluso el abastecimiento de agua potable en las Islas Orientales.
Manifiestan una vez más su preocupación por el impacto ambiental y ecológico que esta actividad supone, tanto en la fase previa de estudio y exploración de los fondos submarinos, como después, en las eventuales extracciones. Tales impactos están siendo ya expuestos de manera pormenorizada por las organizaciones de defensa ambiental, que han advertido del peligro que suponen, desde un primer momento, los estudios sísmicos para determinar si existe crudo en el fondo marino, pues los niveles de intensidad sonora afectarán, entre otros, a los cetáceos que se concentran en esas aguas, y las convierten en unas de las de mayor riqueza del Planeta, digna de protección internacional.
Sabaté cree que la población canaria está viviendo con gran preocupación las noticias referidas a las prospecciones petrolíferas, como se pudo comprobar en las masivas manifestaciones celebradas en todo el Archipiélago hace apenas dos semanas. “Nos sentimos rehenes de unas instituciones que toman decisiones pensando en la cuenta de ganancias de una multinacional antes que en el futuro de nuestro territorio”, explica el portavoz ecosocialista.
En Sí se puede afirman que no acatarán esta sentencia, considerando que la forma en la que se han rechazado por el Tribunal Supremo estos recursos demuestra una falta de sensibilidad que tendrá una respuesta social clara, ya que “la ciudadanía no permanecerá impasible ante lo que se vive como una clara imposición y un trato vejatorio”. Insisten finalmente que este tipo de decisiones remarcan “la importancia de reclamar nuestro derecho de decidir colectivamente el futuro de los recursos naturales y la gestión de nuestras aguas”.