Advierten de que la calidad y la seguridad del servicio se verá mermada de forma drástica, porque el operador privado mirará por su cuenta de resultados
{mosimage}{mosimage}Audio de la charla-coloquio
SB-Noticias.- Representantes sindicales y empleados de los aeropuertos de Tenerife, Los Rodeos y Reina Sofía, ofrecieron una charla coloquio en la Sala San Borondón de La Laguna para exponer ante la opinión públicas los motivos por los que se oponen al plan de privatización de Aena por parte del Estado, alertando entre cosas del fuerte incremento que experimentarán las tasas aeroportuarias, cuando la gestora pase a manos privadas.
Miembros del Comité de empresa de Los Rodeos y Reina Sofía, Adolfo Barreto y Josafat Marrero, respectivamente, han indicado en la Sala San Borondón que como no podía ser de otra manera, porque así nos está acostumbrando el gobierno estatal del PP, se venden a empresas privadas las “joyas de la corona”, como es en este caso la gestión de aeropuertos tan importantes como los canarios.
Afirmaron que la calidad y la seguridad del servicio se verá mermada de forma drástica, porque el operador privado mirará por su cuenta de resultados y sus beneficios, además de que las rutas que no sean rentables, a pesar de tener beneficios sociales y económicos para las islas, serán suprimidas.
Por tanto, hablamos de que la privatización de AENAdel gobierno del PP repercutirá muy negativamente sobre Canarias, porque afecta directamente al futuro del sector turístico, pero también sobre la ciudadanía en general porque entre otras cuestiones el empresariado que entre lo primero que hará es tratar de reducir gastos para incrementar beneficios, lo que conlleva subida de tasas, pérdida de empleo y mermas en la calidad de los servicios, como la seguridad.
Destacaron la importancia que tiene AENA para Canarias, archipiélago que depende en gran medida de sus aeropuertos para las comunicaciones, pero también porque es la puerta de entrada de los millones de turistas que llegan cada año a las islas para pasar sus vacaciones, de modo que una privatización del ente podría significar el desplome del sector, una privatización que pese a lo que vende el Gobierno estatal, solo beneficiará al gran empresario que se vea agraciado con la concesión, que se llevará un rico pastel que genera cada año más de 700 millones de beneficios.
Los representantes de los trabajadores dejaron claro la gestión pública y estatal permite mantener unos estándares mínimos de servicio y calidad, al no depender de las estrategias del mercado, alertando además de que esta privatización dará lugar a un incremento de las tasas y a un empeoramiento de la calidad y seguridad del servicio público que se presta en los aeropuertos.
Por último, los trabajadores han dejado claro su total desacuerdo con una operación que tendrá como consecuencias la pérdida de empleo y la precarización de los trabajadores que conserven su puesto, así como el posible cierre de las instalaciones que “no sean rentables”, en especial para Canarias, por su situación geográfica.