laopinion.es/4 de abril de 2009.-Noé Ramón, Santa Cruz de Tenerife. La Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias ha aceptado inicialmente desviar la partida de 8,3 millones de euros que tenía comprometidos para la rehabilitación de la playa de Las Teresitas a otra obra que diga el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Entre ellas, parece tener todas las papeletas el barranco de Santos, una actuación mastodóntica que lleva años ejecutándose y para cuya finalización el Ayuntamiento se encontraba con problemas de financiación serios, pese a ser la única de peso que ejecutará este año.
La Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias firmó en su momento un convenio con el Ayuntamiento y el Cabildo por medio del cual aportaba 8,3 millones de euros en la rehabilitación de la playa. Todo ello hasta sumar casi 20 millones que corresponden a la parte que ejecuta el Gobierno canario. Aparte, estaba la fase de la Dirección General de Costas que fue preadjudicada pero que finalmente se anuló ante las dudas legales que presentaba la firma del convenio y la disponibilidad de los terrenos tras la sentencia que anuló la compraventa.
Deslinde. Una vez que el Ayuntamiento ha comprobado que efectivamente es imposible reiniciar por ahora las obras, por mucho que Costas haya aprobado ya el deslinde de la playa, la Gerencia de Urbanismo ha visto la posibilidad de financiar otras actuaciones en la capital dada las dificultades a las que se enfrenta durante este año especialmente duro. Sin embargo desde la Consejería de Turismo no se deja de lamentar que a estas alturas del año el Ayuntamiento no le haya remitido el proyecto concreto de la obra y se siga dando largas.
"Estamos dispuestos a aceptar el nuevo destino del dinero pero también necesitamos que nos envíen el proyecto para poder saber exactamente de lo que estamos hablando".
La obra del barranco de Santos supone la actuación estrella del gobierno municipal de Zerolo aunque no llega al gran proyecto de rehabilitación de la playa de Las Teresitas que difícilmente el alcalde podrá ver finalizada ocupando este cargo.
Y es que aunque en principio las actuaciones se quisieron impulsar a marchas forzadas sin esperar demasiado por la resolución de los numerosos frentes judiciales abiertos, al final la obra tuvo que experimentar un notable frenazo. Tras la aprobación del nuevo deslinde las posibilidades eran reiniciar los trabajos, pero sin embargo esta alternativa fue descartada una vez que los servicios jurídicos determinaron que la propiedad de los terrenos del frente de la playa sigue en el aire. Una cuestión que no se va a dilucidar hasta dentro de al menos un año que será cuando el Tribunal Supremo estudie el recurso de Inversiones Las Teresitas (ILT) contra la tasación.