SB-Noticias/viernes, 20 de febrero de 2009.- Eustaquio Villalba, geógrafo y miembro del colectivo ecologista ATAN, valoró en el programa La Trapera de Radio San Borondón el nuevo deslinde que Costas ha sacado para Las Teresitas y que está siendo fruto de la polémica en los últimos días.
Desde su punto de vista, “el nuevo deslinde es la culminación de un proceso casi kafkiano en el cual se han movido intereses económicos, así como indudablemente intereses políticos, de tal manera que se ha mantenido durante muchos años una situación absurda en la cual se compraban y se vendían fincas, en este caso los terrenos de Las Teresitas, sin saber cuál era el límite, es decir, como si alguien vende un solar a una persona y le dice que linda con fulano por aquí o mengano por acá, y por otro lado no sabemos, pero se lo vendo. Si no se sabe cuáles son los lindes totales de las parcelas, no se sabe qué superficie se tiene porque es imposible saberlo”.
Villalba explica que el Ministerio de Medio Ambiente “en lugar de resolver este tema como es de su obligación ante la Dirección General de Costas de resolver el tema del deslinde en su momento, actúa de manera muy ambigua, muy propia del partido que nos gobierna (PSOE), es decir, manteniendo siempre dos posturas”.
Explica que su teoría se demuestra fácilmente. Basta con ir a las hemerotecas “para ver cómo el delegado de Costas en aquel momento decía que se iba a negociar el deslinde con el ayuntamiento, cuando el ayuntamiento planteó en ese momento que el deslinde tenía que ir por el muro que separa los aparcamientos de la arena”.
Señala que cuando era en aquel momento portavoz de ATAN “nos quedamos absolutamente asombrados de que un organismo oficial del Gobierno nacional declarara su delegado que se iba a negociar el deslinde porque la Ley de Costas de 1988 establece con datos objetivos por dónde tiene que ir la línea que marca lo que es dominio público de lo que ya deja de serlo, además de que en ningún momento dice que eso se pueda negociar, sino que tiene que fijarse de acuerdo con le geomorfología del ebtorno, es decir, hasta donde llega la marea más alta”.
Por tanto, Villalba asegura que el tema empezó muy mal “desde el momento en que Costas admitía negociar ese deslinde”. Continúa explicando que cuando se enteró, en nombre de ATAN “participé en una reunión en Costas en la cual llevamos nuestra oposición y nuestra propuesta sobre el deslinde, a la que también acudió el ayuntamiento que mantuvo su propuesta de que pasara por la línea de cemento que separa los dos ámbitos de la playa”.
Explica que “llevamos fotografías tanto aéreas como oblícuas donde se veía perfectamente antes de la construcción del dique dónde llegaban las mareas, también presentamos las fotografías aéreas anteriores a la construcción del dique y la catografía anterior a la construcción del dique para que se demostrara palpablemente que la propuesta que hacía Costas como la que hacía el ayuntamiento era incompatible con lo que contemplaba la Ley”.
Según Eustaquio Villalba, al final “el deslinde que ha hecho Costas después de cambiar de opinión, porque se le obligó mediante la propuesta que hizo ATAN, ha resuelto que el deslinde de la zona de la playa deja fuera del dominio el mamotreto, una gran parte de los aparcamientos y una parte del resto del final de la playa como era más que evidente, por fotografías y por todo, a parte de que hasta ahí llegaba el mar, incluso hay muros que todavía quedan y que protegían de la marea alta a un chalé que había en el centro de la playa, por lo que era evidente que esos terrenos, al igual que donde está la Cruz Roja, pertenecían al dominio público”.