El Día / 18 de junio de 2008.- TACHI IZQUIERDO, Tenerife. "Hemos ganado otra batalla, que no la guerra", aseguraron ayer aliviados los propietarios de las parcelas del Valle de las Huertas, tras provocar, una vez más, que la maquinaria pesada que se disponía a realizar las obras del viario de la urbanización se retirara.
Ayer fue una mañana de intensa espera, que se inició con las primeras luces del día, donde los vecinos intuían que "algo más de lo normal podía pasar".
En un ambiente de serenidad, pero de vigilancia constante a los movimientos de los operarios de la contrata, los vecinos arguyeron una estrategia perfecta que logró bloquear los tres frentes por donde se habían dispuesto las palas mecánicas. Apostados ante la maquinaria lanzaron una advertencia: "Pueden trabajar en cualquiera de las parcelas de Mapfre, pero en las nuestras, que no se les ocurra tocar la tierra".
Las horas discurrían con la sospecha de que la Policía aparecería en cualquier momento, para facilitar el inicio de los trabajos en alguna de las 32 parcelas que son objeto de litigio, algo que ocurrió a las diez de la mañana. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se limitaron a identificar y contrastar la documentación de las personas que se encontraban delante del brazo mecánico de las palas, así como la de la empresa, por medio de un responsable, que no quiso realizar ningún tipo de declaración a los numerosos medios de comunicación presentes.
Tras un buen rato de incertidumbre y de todo tipo de conjeturas sobre la presencia policial, se personó un inspector, quien en tono sereno y correcto les dijo a los representantes de los propietarios que se iba a realizar una comprobación de las licencias de obra y de la documentación para determinar una solución a este conflicto. Sin embargo, el encuentro con los responsables policiales no se volvió a producir y, sobre las 12:20 horas, los operarios de la maquinaria recibían instrucciones para retirarse del lugar.
Esta es la segunda ocasión en apenas dos semanas que estos vecinos logran hacer retroceder los trabajos del viario, ya que su principal preocupación es que "no toquen nuestros terrenos, pues luego no sabríamos a quién reclamar".
Los propietarios insistieron en que hay que centrar las indagaciones en la vigencia de las licencias, pues según Guillermo Acuña, portavoz de los afectados, "tenemos constancia de que se ha extinguido administrativamente". Por ello, consideró que la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz, Luz Reverón, "en base al proyecto de urbanización, que es de diciembre de 2004, podría ordenar su paralización o suspensión, ya que, conforme a la legislación vigente, se establecen dos años para la ejecución".
Este nuevo aplazamiento "no supone una victoria definitiva", dijo Acuña, quien advirtió de que "seguiremos en la lucha y atentos a cualquier movimiento", como a lo largo del último año. El representante de los propietarios comparó esta lucha como "un enfrentamiento entre David y Goliat, y espero no recibir la primera piedra", pues precisó que "somos trabajadores y no podemos afrontar costosos procesos judiciales".
Todos los afectados repiten, una y otra vez, la misma historia, que son los propietarios de una tierra "en la que pretenden que nos sintamos como ocupas".