La Provincia / 3 de febrero de 2008.- PEDRO GUERRA – LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. "Las Teresitas no costó 5.500 millones; nos gastamos 9.577 millones de pesetas [casi 60 millones de los actuales euros]". La frase es del empresario Antonio Plasencia, está grabada y los datos están en poder de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife. En el año 2001, Ramón Trujillo, profesor de la Universidad de La Laguna y en la actualidad coordinador de Izquierda Unida en Tenerife, llevó a cabo un estudio sobre la urbanización de la playa de Las Teresitas, que posteriormente quedó reflejado en un libro. Para ese estudio, Trujillo realizó entrevistas, contrastó datos y tuvo acceso a información que posteriormente se convirtió en materia de investigación.
Una de las entrevistas llevadas a cabo por el investigador universitario fue a Antonio Plasencia. Corría el 6 de agosto de 2001, tras la venta del frente de playa al Ayuntamiento por parte de Inversiones Las Teresitas SL, propiedad de Plasencia e Ignacio González, ahora imputados en el caso. En uno de los despachos de la sede de Promotora Punta Larga, sociedad también propiedad de Plasencia, se produjo lo que podría ser considerado como un despiste del empresario, ajeno a que años después este caso acabara en el despacho que la magistrada Carla Bellini tiene en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
Cuando Ramón Trujillo le pregunta al empresario, con una grabadora sobre la mesa, por el presunto pelotazo que había dado Inversiones Las Teresitas al comprar la totalidad de los terrenos por 33 millones de euros y luego vender una pequeña parte al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por 52 millones, Plasencia respira, abre uno de los cajones de su mesa-despacho y saca unos documentos, los ojea y responde con seguridad: "Las Teresitas no costó 5.500 millones [de las antiguas pesetas]. Nos gastamos 9.577".
PELOTAZO. Y el investigador apenas reparó en el detalle hasta que, años más tarde, saltó el escándalo del que posiblemente se pueda considerar el pelotazo urbanístico más grande que se ha podido dar en Canarias, que tiene a la Fiscalía Anticorrupción y al Tribunal Superior de Justicia de Canarias tras sus pasos.
Después de tener conocimiento de esos datos, la investigación lleva meses tratando de averiguar por qué motivo Plasencia tenía tan clara esa cifra. Y los resultados de la investigación podrían esconderse en la parte del sumario que aún se mantiene en el más estricto de los secretos, y cuyos resultados, aunque lentos, podrían ir por buen camino.
Toda vez que los investigadores tuvieron conocimiento de estos datos, las labores de rastreo se han centrado en intentar esclarecer de dónde sacó Plasencia una cifra tan exacta y que difiere en más de 24 millones de euros (4.000 millones de las antiguas pesetas) de la que realmente aparece en la escritura de compraventa otorgada a favor de Inversiones Las Teresitas.
Una de las teorías que circulan en fuentes próximas a la investigación del caso es que esas cantidades, no recogidas en ningún documento notarial como parte de la compraventa, podrían haber sido destinadas a comisiones ilegales en el entorno de las personas investigadas -políticos, funcionarios municipales, empresarios, abogados- cuyo patrimonio es examinado con lupa desde hace más de un año.