{mosimage}SB-Noticias.- Lola Schneider, una de las afectadas por las obras de Valle de las Huertas, critica con dureza el oscurantismo y la falta de información de la que se han rodeado las obras que se acometen como parte del proyecto de Las Teresitas, especialmente después de que, tal y como había advertido, esté prevista la construcción de varios aparcamientos, un centro comercial, un centro de talasoteropia, y hoteles.
No entiende cómo las autoridades responsables pueden seguir negando la evidencia. “Dicen que no es un centro comercial, sino un parking para 400 coches y unas tiendas que no sobrepasarán los 100 metros cuadrados”, comenta. “Si eso no es un centro comercial, que me expliquen qué es”, dice asombrada, pues no entiende cómo pueden acometer algo así y con semejante falta de información en un sitio de dominio público. Considera que el impacto para el pueblo de San Andrés es horrible. “No importa desde dónde vengas”, afirma, “sea de Santa Cruz o de Igueste. Este aparcamiento es como una gran fábrica de cemento, tan enorme que quita la vista del pueblo a la playa”.
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“Encima, uno no se puede enterar bien de qué van a hacer”, lamenta Lola Schneider, manifestando su temor de que el centro de talasoterapia sea en realidad otro hotel. “Van a destrozar esto por completo”, comenta, señalando la confusión que le provoca la preocupación del gobierno por la bajada de turistas a la isla, a la vez que se acometen proyectos de estas características. “Esta playa es imagen de promoción en todo el extranjero”, dice la alemana; “en todos los folletos que anuncian Canarias como destino, la encuentras”.
Sobre la recientemente reconstituida Asamblea en Defensa de la Playa de Las Teresitas y del Litoral de Anaga, aclara que existía desde el año 2000, “pero estaba un poco dormida, por lo que la resucitamos el pasado octubre”, explica. La idea de esta Asamblea es salvar Las Teresitas, Anaga y su litoral, “para el pueblo de Santa Cruz, para todos nosotros”, comenta. Critica la posición de Costas, institución con la que han mantenido conversaciones, al mostrar su aprobación a la construcción de los aparcamientos. “Me parece increible”, señala Schneider, “que Costas quiera quitar edificios y viviendas que han estado ahí durante muchísimos años, y a la vez defiendan el parking”. No se imagina tampoco a una familia que acuda a la playa dejando el coche en el aparcamiento y afrontando el gasto que esto supone.