No estaba muerto, estaba de parranda
- Escrito por Joaquín Hernández
- Published in Política

CUADERNO DE BITÁCORA
Anoche acabó la liga, hoy empieza la nueva temporada política.
Pese a todo pronóstico, pese a las encuestas de la derecha mediática, pese a los deseos de Feijóo y su mariachi, Pedro Sánchez renació, como ave Fénix, de sus propias cenizas.
Lo que sucederá a partir de hoy es toda una incógnita, pero con resultados favorables a un gobierno de coalición Psoe/Sumar apoyado por una serie de partidos nacionalistas e independentistas y si no se logra la solución final, otra convocatoria de elecciones para diciembre de este año.
Vamos a intentar poner un poco de cordura en esta jaula de grillos en que se ha convertido el Congreso de los Diputados, voy a intentar, sin que mis neuronas se pierdan en un laberinto sin salida, primero el porqué de los resultados, segundo el planteamiento de las opciones del PP y Psoe para gobernar, y tercero lo que creo que nos puede suceder en los próximos 60 días.
Para entender todo este puzle de componendas, debemos tener en cuenta un partido, totalmente extinguido, como es Ciudadanos. El partido de Albert Rivera cobra singular importancia para entender la subida y caída de VOX y ahora el alza del PP.
Ciudadanos llego a tener 2,5 millones de votos y 57 escaños, y bajaría en las elecciones del 2019 a 10 escaños perdiendo la friolera de 47 diputados de una tacada. Coincidiendo con la debacle de Cs, aparecía Vox que en las generales de 2019 obtuvo 24 escaños y revalidó en los comicios de noviembre donde, contra todo pronóstico, pasaron de 24 a 52 escaños, convirtiéndose en la tercera fuerza política más apoyada del país. No hace falta ser un experto politólogo para saber que lo votantes de Cs, cabreados y echando la culpa al PP de todos sus males, dieron su voto de “castigo” votando a Vox masivamente.
Vox ha ido perdiendo fuelle, los ex votantes de Cs se han ido dando cuenta que no se puede confiar en un equipo de gente de ultraderecha más interesada en derogar leyes progresistas que en gobernar para todos los españoles, sin contar con la chorrada de la moción de censura proponiendo como candidato al nonagenario profesor y excomunista, Ramón Tamames. No es de extrañar su bajada en picado y de 52 pasar a 33 perdiendo 19 diputados y dejando con el culo al aire a Feijóo que esperaba que, por lo menos repitiera el exitazo de noviembre del 2019.
Si Vox chupo rueda de Cs, el PP acaba de hacerlo a costa del propio Abascal. Los 19 escaños “tránsfugas” que ha perdido Vox, los ha ganado Feijóo y el PP gana las elecciones del 23 julio con 136 escaños. En realidad, el PP no gana por el tirón de Feijóo, gana por el demérito de Abascal. Si quitamos los 19 diputados perdidos por Vox, el PP hubiera sacado 117 en lugar de los 136 obtenidos-
Por otro lado, está la remontada de Pedro Sánchez, al que todos, propios y extraños, daban como muerto, pero estaba de parranda. Resucitó y sacó un resultado de 122 escaños que prometen revalidar el gobierno de coalición, Sánchez movió los culos de los izquierdistas progresistas y votaron una de las dos opciones; Psoe/Sumar.
Otra historia es la de Yolanda Díaz, verdadera ganadora moral de estas elecciones. Si tenemos en cuenta que hace apenas mes y medio Sumar era un proyecto para realizar, si tenemos en cuenta que en un mes Yolanda ha conseguido lo que en 48 años no se había podido conseguir, la unión de la empanada de partidos de izquierda y verdes en una sola marca SUMAR, es el mayor éxito y logro de este proceso electoral. ¿por qué no revalidó los 37 diputados de Unidas Podemos de las elecciones del 2019? Creo que el tema está en los “abducidos” seguidores de Pablo Iglesias e Irene Montero, no aparecer en las listas de Sumar ha pasado factura a Yolanda, o sea está gente prefiere quedarse bien jodida, siempre y cuando jodan a Yolanda. Mucho tendrán que cambiar esas mentalidades obsoletas que se “anclan” a un pasado que, saben muy bien, no volverá.
Ahora todo dependerá de los pactos que pueda hacer el binomio Psoe/Sumar con los nacionalistas, independentistas, y estos tendrán que pensar en las dos posibilidades que tienen: Una la de apoyar un gobierno de coalición de izquierda progresista Psoe/Sumar y otra forzar unas segundas elecciones y arriesgarse a que gane, definitivamente, el PP y gobierne con VOX, pero si deben tener algo claro es que Sánchez no va a cambiar jamás una investidura por un referéndum.
Si JuntXCat bloquease la investidura de Sánchez, se estaría pegando un tiro en la cabeza, estaría haciéndose el harakiri en Cataluña.