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Educación

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Tres Marías para poner a prueba la voluntad política

EL RINCÓN DEL BONZO

Son asignaturas pendientes que no requieren esfuerzo por parte del  alumno para ser aprobadas. Pero no parece que los educandos tengan demasiado interés en presentarse a examen. Sin embargo, es imprescindible “pasar por el aro” para sacar el curso adelante.

  • Escrito por Carlos Castañosa
  • Categoría: Educación
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Educación: más remos y menos látigos

No es nada novedoso que la educación en Canarias presenta serias dificultades derivadas fundamentalmente del terrible estrangulamiento económico al que, tanto el gobierno estatal como el autonómico, la tienen sometida.

  • Escrito por Emilio Armas
  • Categoría: Educación
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Devolver la “Historia de la Filosofía” a su lugar

El curso pasado el profesorado de Filosofía de Canarias se movilizó por una causa justa que tuvo muy buena acogida y un notable apoyo social. No en vano la ponderación de la materia de Historia de la Filosofía de segundo de bachillerato se había realizado a la baja en muchos grados universitarios, sin previo aviso y ya muy avanzada la actividad lectiva.

  • Escrito por Carlos Cabrera
  • Categoría: Educación
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Lo que no te contaron en la escuela

Con vídeo, un proyecto de aula animal producido por Ciudad del Viento.
https://www.youtube.com/watch?v=Ai-BBZliWD0

  • Escrito por Rosario Valcárcel Quintana
  • Categoría: Educación
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A su Majestad Dña. Letizia Ortiz, con mucha educación

Me entero por la prensa de su visita a Canarias para inaugurar el curso escolar en el Centro Público de Infantil y Primaria San Matías, en el bello municipio de La Laguna. Sin duda, un reconocimiento más que merecido por el impecable trabajo y trayectoria de dicho centro, al igual que ocurre con otros muchos del archipiélago.

  • Escrito por Fernando Pellicer
  • Categoría: Educación
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A veinte años vista del Sindicato de Estudiantes Canario

El pasado 17 de marzo se cumplieron 20 años desde las primeras elecciones claustrales en las que el Sindicato de Estudiantes Canario (SEC) se presentó en la Universidad de La Laguna, una candidatura en la que tuve la suerte de estar.

  • Escrito por Rubens Ascanio
  • Categoría: Educación
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Volvimos a la calle. Pero ya no es la misma

Estuve el jueves en la manifestación por la enseñanza pública en Las Palmas. Desde días anteriores volví a hacer míos los problemas de las aulas. A fin de cuentas, mis espacios profesionales durante casi cuatro decenios y tres mil once reformas (en una, hasta se reclamaba el disparatado rechazo a la memoria)… para llegar a la situación actual.

  • Escrito por Nicolás Guerra Aguiar
  • Categoría: Educación
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Violencia social religiosa

Creer en un Estado laicista es proponer que el poder político no diferencie entre los ciudadanos por su creencia religiosa. Ninguna religión es discriminada, ni positiva ni negativamente. Esto no tiene nada que ver con el ateísmo o el agnostismo, se trata de la separación de poderes y de vetar la influencia religiosa en la sociedad, para que ninguna persona se sienta excluida por las particulares interpretaciones religiosas.

  • Escrito por Pedro González Cánovas
  • Categoría: Educación
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Aprobados de despacho en institutos

En su vital adaptación como cuerpo vivo, la lengua experimenta transformaciones: sus directos autores son los hablantes, únicos propietarios. La Academia debe limitarse a recoger y reflejar tales cambios, por más que algunos sectores de la misma sean reacios. Así, por ejemplo, sucede con la voz “cesar” cuando se refiere a personas: los usuarios imponen la construcción “fue cesado por el consejero” (años atrás debía usarse “destituido, depuesto, relevado”).

  • Escrito por Nicolás Guerra Aguiar
  • Categoría: Educación
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499 nuevos doctores en un curso

La lectura me dejó encantado y, acaso, bastante confuso: el portal de la ULPGC informa sobre investiduras a nuevos doctores. A la vez, define el curso 2015 / 2016 como exquisitamente pródigo: 499 aspirantes defendieron y aprobaron su tesis.  De ellos, 50 lo son por la nueva estructuración universitaria europea.

Y como el número resulta “extraordinario” frente a los 88 del curso anterior, la Universidad de Las Palmas (quizás más preciso por su variedad geográfica) inició el primer acto de investidura el pasado 28. Fueron 86 doctores designados en cada área “a partir de aquellos cuyo apellido empiece por la letra H” más los 19 Premios Extraordinarios. Ante tal avalancha, habrá otras dos ceremonias el 18 de febrero, sesiones de mañana y tarde.

Me complació la información, claro: tal elevadísima cifra de nuevos eruditos acaso podría significar que nuestra Universidad funciona correctamente. Más: que casi haya multiplicado por seis el montante –frente al curso anterior-, traduciría un extraordinario avance de la investigación en la ULP, inédito durante sus veintitantos años de edad.

Progreso destacadísimo, incluso, dada la terrible regresión que han significado los últimos ocho años: de la universalización investigadora, científica y acreditada se pasó a miserias presupuestarias y peligrosa resignación. Ambas, a la par, productos de la incertidumbre económica y, sobre todo, perfecta excusa para racanearle a la actividad pública los medios necesarios mientras se desvían a raudales hacia cajas de ahorros, bancos, Iglesia, cuentas privadas, fondos secretos para callar bocas, viajes gratis y sin control alguno, dietas que significan disparatados sobresueldos…

Pero hay más. La miseria de los presupuestos para investigación y desarrollo (el conocido I + D), cerebral e interesadamente reducidos en la cosa pública, afecta también a universitarios cuyos caminos probablemente ya están marcados sin posibilidad de ejercer sus profesiones. Por tanto, en el mercado encontrarán, quizás, trabajo como dependientes, camareros, conductores, limpiadores… (La Inspección de Trabajo en Cantabria impone sus primeras sanciones a distintas empresas por prácticas ilegales: obligan a sus empleados a realizar horas extras sin remuneración alguna, así como jornadas completas aunque tienen contrato a tiempo parcial. Se abusa así de los demás, miseria humana las de quienes se enriquecen con la explotación ajena... y la consienten.)   Consecuencia: varios jóvenes españoles -premios de Investigación Matemática de la Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española- emigraron hacia universidades extranjeras (Muy Interesante), incapaces de encontrar en su país la posibilidad de continuar sus iniciales investigaciones.

Algunos de ellos son: 1. Francesc Castellá, 30 años. Explora la teoría de números. Trabaja con matemáticos de las universidades de California y Princenton. Ambiciona descifrar la conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer, uno de los siete problemas matemáticos del milenio. 2. Martín López, 30 años.  Profesor en la Universidad de Leeds (Reino Unido). Además, imparte clases de Matemáticas en universidades de Mozambique y El Salvador. Investiga sobre modelos matemáticos aplicables a la biología gracias a la ayuda económica del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido. 3. Leonardo Colombo, 30 años. Desarrolla mecánica geométrica, estudio del movimiento de sistemas físicos desde el punto de vista matemático. Trabaja en la Universidad de Michigan: “Mi sueldo lo pagan los ciudadanos, y los resultados tienen que repercutir en ellos”. 4. Jesús Yepes, 29 años. En colaboración con la Universidad de Magdeburgo (Alemania) avanza en la geometría convexa. Aspira a un puesto fijo en la Universidad de Murcia. (Ponga usted, estimado lector, los números siguientes…)

Sin embargo –retomo el caso de los 499 doctores- no me encaja racionalmente tal salto cuantitativo. Alguna razón debe de haber para que solo en un año se produzca tal contraste. ¿Por qué 411 más en este curso frente al anterior, solo en la ULP? La causa, me parece, se llama familiarmente EEES (Espacio Europeo de Educación Superior, en el cual ya se desenvuelven 50 de los 499 nuevos titulados): finaliza el período marcado para quienes aspiraban al grado de doctor sin las más complejas exigencias previstas en el EEES.

Se trata, muy en resumen, de un plan (48 países) cuya finalidad es ajustar la gran variedad de sistemas educativos imperantes en Europa y, así, facilitar traslados ya no solo entre universidades de un país sino, fundamentalmente, entre países del Espacio Europeo. Por tanto, el universitario no tendrá mayores dificultades para continuar estudios más allá de su frontera, soslayará problemas actuales debidos a muy diferentes planes de estudio. Así, la titulación obtenida en cualquier país del Espacio tendrá valor académico –por tanto, oficial- en los países adscritos.

El EEES surgió tras la Declaración de Bolonia (1999) para crear un Marco Común de Enseñanza Superior en Europa. Este Espacio, además, no solo se refiere a estudiantes universitarios: afecta también, de manera muy directa, a profesores cuyas titulaciones –incluidos los doctorados de enero 2017- serán reconocidas por igual. Y en él se reclaman tres niveles, a saber: uno, el de grado (acceso directo al mercado laboral); dos, el máster (o determinado número de créditos); tres, el título de doctor, meta final mucho más compleja, titulación para la cual son imprescindibles los niveles uno y dos.

Obviamente, mi riguroso respeto a los 449 nuevos ilustrados anteriores a la regulación europea. Las tesis llevan los avales de sus directores y pasaron Tribunal. Por tanto, insisto, nada que objetar, ¡torpe osadía la mía si así no fuera! Sin embargo, sigue latiendo en mí esa confusión inicial: me resultan muchos los 449 del plan no europeo frente a los 88 del curso anterior. Y como la propia Universidad, considero “extraordinario” (‘más allá de lo ordinario’) el número.

Nuevos tiempos, parece, llegan a los universitarios. El EEES permitirá cómodas movilidades. Los desplazamientos a otros países serán –por suerte- lo normal, siempre bajo la mirada atenta de Europa. Y ellos, claro, preferirán aquella Europa. Aumentará, pues, la dispersión de nuestros titulados, forzados a huir de su tierra y de su gente. Mientras, en España domina la mediocridad política.

  • Escrito por Nicolás Guerra Aguiar
  • Categoría: Educación
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Un nuevo tiempo en la Universidad de Las Palmas

Como preámbulo, estimado lector, permítame que por la amplitud significativa de “universitas” (voz latina, ‘universalidad’) aumente la geografía correspondiente a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y me refiera a ella como Universidad de Las Palmas (ULP). A fin de cuentas, es el nombre de la provincia; además, tiene instalaciones en Taliarte (Telde) y Cardones (Arucas). Cuenta, igualmente, con extensiones en Lanzarote y Fuerteventura.

Pues bien. Don Rafael Robaina Romero, doctor en Ciencias del Mar y catedrático de Biología, tomó posesión como rector magnífico de esta Universidad, rector magnificus, traducible también como ‘dirigente ilustre’. (A él le corresponde, ahora, ser magnífico rector: con cierta frecuencia, la significación del adjetivo varía si se coloca antes o después del sustantivo al que acompaña.)

Es, sencillamente, la renovación impuesta por el paso del tiempo. Lo cual no significa, por tanto, anquilosamiento de mandatos anteriores, sino imposición natural. Además, también la casi treintañera ULP necesita, como todas, la pacífica revolución -serena pero intelectualmente incendiaria- para salir de su propia parsimonia. Parece la nuestra, acaso, poco evolucionada (a Unamuno le impacientaba “la lentitud de los hijos de esta tierra”), islada en sí misma, quizás fagocitada por su gran amplitud. Sumemos ligera tendencia a la endogamia y, a la vez, cierto silencio ante brillantes expedientes o premios extraordinarios por tesis doctorales. Añado la escasez de medios económicos.

Y cuando digo ULP generalizo, claro, pues siempre hay excepciones dada la cantidad de facultades, escuelas e institutos universitarios en su haber. Pero por razones que la propia ULP sabrá estudiar con visión rigurosa, universal y desapasionada, su puesto en el listado nacional no es, precisamente, para echar las campanas al vuelo. (No pueden aplicarse los mismos parámetros, claro; pero si agrupamos las 61 universidades españolas en once bloques decrecientes -Informe BBVA curso 2015 / 16- en función de su rendimiento docente, investigación e innovación y desarrollo tecnológico, la ULP figura casi al final: solo supera a algunas desconocidas como las de Vic, San Jorge, Oberta…)

Tampoco deben tañer a funerales, ni a ánimas. No obstante, la ULP parece endormida (Diccionario Básico de Canarismos) en sí misma y en iniciales anhelos, a la manera de otras muchas esparcidas por el país tras la disparatada obsesión de crear facultades como si de escuelas infantiles se tratara. Pues provincianas cicaterías, apasionamientos desordenados e irracionales comportamientos llevaron al más perjudicial de los descontroles: cada provincia reclamaba amplísimo campus universitario aunque su alumnado no fuera cuantitativamente significativo. Y ahí está la realidad: sobran, incluso, muchas de Medicina.  

Así, serias políticas de becas capaces de cubrir estancias y manutenciones sin racanerías ni desequilibrios -incluso viajes- habrían sido suficientes para mantener, por ejemplo, una sola facultad de Medicina en La Laguna (bien es cierto: apasionados sectores tinerfeños forzaron la exigencia popular de la ULPGC). Por tanto, los millonarios ahorros habrían revertido en aquella para beneficio de todos, absolutamente de todos los canarios. (¿Hablamos de filologías, Ciencias Jurídicas, Geografía e Historia, Ciencias de la Educación?)

Cuando se produce un natural relevo generacional siempre me viene a la memoria el noventaiochista Azorín. La Generación del 98 –todos universitarios y de extraordinaria calidad- fue sustituida por la del 14 o Novecentismo, En este caso, jóvenes intelectuales conscientes del mal de España: para romper las inquisitoriales fronteras del país miran hacia Europa. Viajan a Reino Unido, Alemania…; amplían estudios en sus universidades y contrastan con el anquilosamiento intelectual y científico dominante en las españolas. Reclaman, por tanto, la urgente modernización de estas. Escribió Azorín: "Otra generación ha llegado […] Saben más que nosotros […] Dejémosles paso". (Unamuno afirmó: “¡Que inventen ellos!”, los europeos. Reconoce su gran desarrollo científico y metafísico frente al de España, cuya sabiduría “es el don literario”. Así, ciencia y metafísica europeas y literatura española se fecundarán acaso... Por tanto, no es antieuropeísta.)

Con cada relevo entra un nuevo equipo de personas. Obviamente, identificadas en una tarea común, la marcada desde antes por el candidato y cuyas directrices ideológicas deben ponerse en práctica (la Universidad es ideología, ha de ser conjunto de ideas relacionadas con el pensamiento). A partir de ese momento las aulas vuelven a recuperar ritmos marcados por palabras científicamente sabias, elementales y rigurosas. Si así no fuera, la institución universitaria dejaría de ser universal y se convertiría –haylas- en simple dispensario de títulos que facultan para ejercicios profesionales. En tales situaciones se traiciona a sí misma: la carencia de Humanismo y Ciencia la transformaría en academia. Por tanto, son menester rigurosos seguimientos, desapasionados e inteligentes análisis, toma de tensión intelectual a cada facultad, escuela… y a sectores del profesorado, a veces desasistidos de elementalidades.

De la misma manera que confié en los anteriores, tengo confianza en el nuevo rector, en su pensamiento. Al doctor Robaina lo conozco desde mucho tiempo atrás, cuando la PAU se llamaba Selectividad y la Universidad nombraba a un profesor por cada asignatura: figuré varias veces como titular de Literatura Española en el Tribunal presidido por don Gonzalo Pérez Melián, doctor en Ciencias Químicas y catedrático. Ejercía como secretario el actual rector, su discípulo (era patente la entrañable relación entre ambos, no ya de profesor y director de tesis – alumno sino, y sobre todo, de persona a persona).  

Mantuvimos muy buena e inmediata relación. A fin de cuentas fueron muchas horas en los despachos habilitados para guardar exámenes, sellos, actas… A veces revisábamos hasta las diez de la noche porque ambos imponían seriedad, rectitud y máximo respeto al alumnado. Y hablábamos, claro. Pronto descubrí a un joven inteligente, sensato y respetado profesional. Le esperaba un futuro muy prometedor según el doctor Pérez Melián, desapasionado vaticinador e imparcial testigo.

Así pues, aguardan titánicas tareas. Hoy todo se desarrolla a ritmos vertiginosos, y la Universidad debe acelerar su adaptación al medio sin olvidar la rigurosa investigación, inteligentes e ilustradas palabras para el aula. Y, por supuesto, imprescindibles racionalizaciones.

  • Escrito por Nicolás Guerra Aguiar
  • Categoría: Educación
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¿A quién le toca hacer los deberes?

Desde principio de noviembre del presente año y siendo una iniciativa lanzada por la CEAPA apoyada en mayor o menor medida por familias de todo el estado, se ha llevado a cabo una acción y cuestionado la profesionalidad de los docentes,  generando un debate no suficientemente conclusivo sobre las ventajas y desventajas que representan  los deberes escolares en la vida de nuestros pequeños. La existencia de titulares de periódico dónde “se exige que los profesores trabajen en julio para dar clases de recuperación”, hace pensar que los esfuerzos realizados por trabajar las aristas en torno a los deberes, destaquemos la necesidad de tiempo libre para los chic@s,  pierda coherencia en sus contenidos con la consecuente desviación de los objetivos.

A pesar de los esfuerzos por generar un debate público y abierto con la participación activa de la Comunidad Educativa, tratando de salvaguardar el bienestar emocional e intelectual de nuestros hij@s, ello no ha sido del todo posible. Uno de los motivos, sin descartar otros igualmente importantes, es la falta de tiempo para el desarrollo de nuestras TAREAS en la envoltura de una sociedad como la nuestra. Un día cualquiera en el hogar puede comenzar a las 6.15 de la mañana, con tu primer café del día, preparar el desayuno para el cole, levantar a los peques, vestirlos, empeñarte en que desayunen para sostener la energía y alcanzar la entrada del cole a su hora correspondiente…,  hasta terminar el día con la enriquecedora actividad de tender la ropa a las 11 de la noche porque no te queda más tiempo. Por otro lado, se puede contemplar una jornada laboral cualquiera del docente, dónde además de motivar el aprendizaje, promover la participación, atender a los que necesitan más tiempo, responder a distintas preguntas, mantener la atención de los alumnos, insistir en las ideas importantes, reforzar los matices, facilitar materiales, mostrarte dialogante y moderado en las expresiones que usas porque además deben de servir de ejemplo , tolerante con el desobediente, educado con el descortés, comprensivo con el despistado, amable con el impertinente, paciente con el provocador, flexible con el intolerante, todos ellos imprescindibles dentro de tu aula; tienes ese mismo día que, ser crítico con tu tarea y aplicarlo in situ para preparar tus clases del día siguiente, sacar tiempo y ganas para completar el registro de asistencia, las programaciones y cumplir con los requerimientos que te exige el currículo del actual modelo educativo así como las interminables exigencias burocráticas de la inspección educativa y la Administración. En resumen, la falta de tiempo hace imposible parar y reflexionar si los deberes son o no son necesarios y generar nuevos modelos que refuercen aprendizajes creativos y significativos.

En el seno de Comunidad Educativa debe primar un objetivo común: el concepto de “Escuela y Familia”, que creo deben ir de la mano. Actualmente la relación entre familia y escuela no se plantea en términos de complementariedad y apenas se cuestiona la necesidad de lograr una adecuada colaboración y comunicación  entre ellas, respetando en todo caso, el derecho fundamental de los progenitores como los primeros responsables de la educación de sus hijos. El concepto en su conjunto engloba desde las acciones que las familias realizan en el hogar para favorecer el aprendizaje de los hijos, hasta la comunicación entre éstos y profesores y la colaboración que puedan prestar en las actividades de la escuela o su participación en asociaciones y órganos colegiados.

Las diferencias de estos ámbitos con frecuencia se originan en la falta de interés ante los propuestas de colaboración de las escuelas, ya sea por falta de tiempo o por la sumisión del rol secundario que se les asigna a las familias; y por otro lado, la resistencia de parte de los profesionales a facilitar la colaboración de las familias al percibirla como una injerencia ante el trabajo docente. Ambas influyen en detrimento del desarrollo de una escuela totalmente inclusiva.

Las teorías ecológicas sobre el desarrollo humano, formuladas entre otr@s por autores como Bronfenbrenner, plantean que no es posible comprender los procesos de desarrollo infantil sin tener en cuenta la multitud de factores interconectados que caracterizan el contexto en el que vive la persona; por lo que resulta necesario conocer los distintos ámbitos, dentro de los cuales juega un papel primordial la familia. Al mismo tiempo prima la necesidad de entender  la escuela como agente educador no solo intelectual sino también emocional. El niño actual vive muchas horas de su día en la escuela, recibiendo de sus pares, maestros y otros adultos, permanentes injerencias que van troquelando su vida de manera imperecedera. La escuela tiene la responsabilidad de ser “caldo de cultivo” para la formación integral del niñ@ con el consecuente desarrollo de una personalidad sana, sustentada en una sólida calidad interior y una voluntad de cambio en búsqueda de una sociedad mejor. Para ello es necesario tener un instruido conocimiento acerca de las características neurobiológicas y psicológicas del niño y del adolescente. Por lo que llegados a este punto, se hacen imprescindibles dos ingredientes: la implicación familiar en la vida escolar de sus hijos de forma activa y la salud laboral de los docentes en un medio tan complejo como son las aulas.

Concretando, los “deberes” suponen un puente directo de comunicación entre los contextos más esenciales en la vida de  pequeñ@s y de aquello@s que no lo son tanto, proporcionando el espacio para la implicación de ambos pilares educativos. Son una herramienta que merece ser aprobada en su justa medida, (véase la opinión de organizaciones de profesionales de la educación que apuestan por la racionalización de los mismos). Si a su vez se enriquece con modelos de aprendizajes pedagógicamente actualizados, cumplirá su función como registro de experiencias integradas para el desarrollo de sus vidas futuras, sustentado por la escuela donde estudiaron y sus propias familias.  Finalmente, Ello requiere de algo que ésta sociedad debe reclamar, tiempo para contribuir a nuestro “propio” crecimiento. En su conjunto esto debiera convertir  la escuela en un baluarte de humanidad. Caminar en su búsqueda exige voluntad de cambio, porque la labor educativa se nutre de esperanza y optimismo  teñidos de  inconformismo, autocrítica y voluntad de cambio. Una hermosa playa se forma con la arribada de muchos granitos de arena.

Cristina Rivero Suárez
Docente y delegada sindical del STEC-IC

   

  • Escrito por Cristina Rivero Suárez
  • Categoría: Educación
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Informe PISA: ni catastrofismo ni autocomplacencia

Acabamos de conocer los datos del Informe PISA 2015 donde vuelve a estar incluida Canarias. Recordemos que, por decisión del Gobierno Autonómico, no ocurrió lo mismo en 2012. Por tanto, la referencia más cercana para realizar las oportunas proyecciones es 2009.

Sin entrar en esta breve reflexión a valorar la cuestionable validez de este tipo de informes, lo primero que salta a la vista, de forma diáfana y concluyente, es que los resultados para Canarias son, simple y llanamente, “malos”. No es posible afirmar otra cosa cuando nuestro archipiélago se sitúa en la última posición del ranking estatal en el ámbito matemático y la antepenúltima en los ámbitos de comprensión lectora y ciencias.

Sin embargo, sentado lo anterior sin ambages de tipo alguno, habría que realizar algunos matices e intentar buscar algunas explicaciones al respecto. En este sentido, cabe destacar que los resultados de Canarias, pese a no ser en absoluto “buenos”, mejoran de forma notable respecto a 2009, reduciéndose significativamente las diferencias respecto al resto del estado en las tres áreas analizadas. Las diferencias se han acortado a la mitad, aproximadamente, en solo 6 años. Ello refleja que nuestro archipiélago, habiendo partido de una muy mala situación, progresa aunque podría hacerlo a un ritmo más acelerado si se dispusiera de los recursos presupuestarios necesarios.

Ahondando en lo anterior, nuestro archipiélago se incluye entre las cinco únicas Comunidades Autónomas que mejoran sus resultados en todas las competencias objeto de análisis. La distancia, respecto a la media estatal, en Comprensión lectora y Ciencias es escasa, no ocurriendo lo mismo en Matemáticas donde la distancia es más que notable. Sin embargo, si nos detenemos en los resultados del área científica, para la cual PISA 2015 profundiza específicamente en esta ocasión, nos encontramos con que Canarias –detrayendo del resultado global el índice del estatus social, económico y cultural (SSEC)- supera la media de la OCDE en 4 puntos. El propio informe PISA señala este factor como determinante para interpretar adecuadamente los resultados. En palabras llanas, comparándonos con territorios de similar condición socioeconómica y cultural, Canarias despunta claramente en positivo. Sin duda, los factores ambientales, especialmente el nivel de formación de las familias, junto con los bajos índices de inversión educativa condicionan, de manera categórica, los resultados obtenidos en PISA y en cualquier otro informe de esta tipología. En esta línea, resulta vital no solo observar el mayor o menor progreso de nuestro archipiélago sino también el “punto de partida” y las condiciones socioeconómicas y culturales del conjunto de la población. Huelga decir que, más allá de la incompetencia de las sucesivas Administraciones educativas y la escasa dotación presupuestaria, cuarenta años de dictadura padeciendo una raquítica inversión en materia educativa, lastran y seguirán lastrando durante muchos años el progreso del sistema educativo español y, por extensión, el canario.

Por otro lado, dentro de lo “malo”, si en algo destaca positivamente Canarias y el conjunto del estado español, es en el carácter “equitativo” de nuestro sistema. Es decir, contamos con un índice de alumnos “desaventajados” notablemente inferior al de la media de la OCDE. Lo mismo ocurre respecto al alumnado más aventajado. En resumen, nuestro sistema educativo presenta un alto grado de “equidad” lo cual es un factor positivo en absoluto desdeñable. En este terreno, el reto esencial consiste en disminuir aún más la franja de alumnado “desaventajado”, para lo cual se hace imprescindible la realización de un esfuerzo real en programas de atención específica, cuestión actualmente casi abandonada, especialmente desde la entrada en vigor de la LOMCE.

Mención aparte merece la cuestión presupuestaria, ahora que ya hemos conocido las previsiones al respecto realizadas por el Gobierno de Canarias para 2017. El incremento anunciado (42 millones de euros) es a todas luces insuficiente, por no decir que vergonzoso. Téngase en cuenta que solo el incremento estructural anual del coste en plantillas docentes (sin incrementar su número) hay que cifrarlo en unos 15 millones de euros aproximadamente, lo cual nos reduce el incremento real hasta los 27 millones de euros. Para hacernos una idea de lo que esto significa, con esta inversión solo se podrían contratar, hipotéticamente, unos 170 docentes más. Considerando que en Canarias, para alcanzar la media estatal de ratio profesor/alumnos, haría falta incrementar la plantilla en unos 2000 docentes, nos podemos hacer una idea del escaso avance que este incremento presupuestario supone. Abundando en la cuestión, señalar que la Ley Canaria de Educación aprobada en 2014, establece que el presupuesto educativo deberá incrementarse progresivamente todos los años para poder alcanzar en 2022 el objetivo de inversión del 5% del PIB establecido en dicha Ley. A fin de  aproximarnos a dicho anhelo, el presupuesto en Educación para 2017 tendría que incrementarse en unos 372 millones de euros. El incumplimiento flagrante de la Ley Canaria de Educación –aprobada en el Parlamento de Canarias con los votos de los partidos que hoy sustentan el Gobierno autonómico- es una clara muestra de la importancia real que nuestros mandatarios otorgan al progreso educativo de la sociedad canaria. Más grave aún, considerando que la previsión de incremento del PIB para 2017 se sitúa en el 3,5%, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que con los próximos presupuestos educativos, se retrocede respecto al objetivo mencionado del 5% del PIB a alcanzar en 2022.

Por lo tanto, y a modo de resumen simple, nuestros gobernantes pretenden que la Educación Canaria vuele en primera pero pagando un pasaje Low Cost y eso, estimada Soledad Monzón, es simple y llanamente una burla, deplorable a todas luces, hacia la Comunidad Educativa y hacia la ciudadanía canaria en su conjunto.

 

Fernando Pellicer Melo
Miembro del Secretariado Nacional del STEC-IC

  • Escrito por Fernando Pellicer Melo
  • Categoría: Educación
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La falta de coherencia pedagógica

Recientemente se ha publicado la Resolución nº 614 de 3 junio de 2016 por parte de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, a través de la cual se determinan las condiciones del pilotaje del Modelo RTI (Respuesta a la intervención Temprana), como medida a adoptar por la Red de Centros Innovadores para la Continuidad Escolar (RED CICE) con el fin de reducir las cifras del fenómeno conocido como AET (Abandono Escolar Temprano).

  • Escrito por Cristina Rivero Suárez
  • Categoría: Educación
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