¿Follaron Romeo y Julieta?
- Escrito por Joaquín Hernández
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CUADERNO DE BITÁCORA
El asunto tiene su miga, y posiblemente serviría para un debate en profundidad con psicólogos, sexólogos, sociólogos e incluso psiquiatras.
Pues uno, que no cree en aquello de que el sexo nos hace diferentes, piensa en el ser humano tal cual y con los mismos apetitos gastronómicos o sexuales, o sea que todos tenemos la necesidad de comer y de lo otro, pero por lo visto no es así; en esto del sexo empiezan las diferencias no sólo físicas, también mentales.
La mujer dice que los hombres somos de “bragueta fácil” o sea que nosotros somos de “aquí te pillo, aquí te…” Mientras ellas, en su gran mayoría, no admiten el sexo si no existe primero el amor.
Y yo me pregunto, ¿Qué carajo tiene que ver el sexo con el condenado amor? Pues por lo visto para la mujer del siglo XXI al igual que a su reque tatarabuela en el siglo XVII, si no hay amor no hay sexo.
Ya le puedes gustar más que Brad Pit o Antonio Banderas que como no exista el puto amor no hay polvo. Yo creo que esto son supersticiones religiosas que nada tiene que ver con la vida que nos toca vivir.
Seguramente algún psicólogo me dirá: “el sexo ideal es el que se produce con amor” y un sacerdote: “el sexo debe existir siempre que exista amor entre la pareja, para ser pleno y en gracia de Dios”. y yo me pregunto ¿qué carajo tendrá que ver Dios en esto del folleteo?
El caso es complicarlo todo, podríamos pensar que ese “precepto de obligado cumplimiento” solo lo cumplen las antiguas alumnas de la Pureza de María, las Dominicas o Las Siervas de María, colegios de monjas, pero no es así, las más progres de izquierdas de toda la vida, más comunistas y libres que Dolores Ibárruri, alias la Pasionaria, se manifiestan igual; primero amor y luego sexo.
Lo de la revolución sexual de los años de la transición se ha quedado en una mera batallita callejera de la movida madrileña. Ni de izquierdas ni derechas, todas iguales en cuanto a la mezcla en la batidora de: sexo = amor o amor = sexo.
Y el sexo es una cosa y el amor es otra, porque ocurre que a lo largo de la vida el sexo se extingue y queda el amor, pero, es más, el amor es solo un sentimiento y el sexo es una actividad más en el ser humano, importante para la salud física y mental, e incluso para conservar el peso adecuado y sobre todo para aquello de men sana in corpore sano y no digamos que es el mejor placer que existe.
La frase aquella de ¿Por qué llamamos amor cuando queremos decir sexo? es tan real que hasta resulta increíble la cantidad de mujeres que se pierden ese placer sexual haciendo caso a las recomendaciones de las religiones y falsos tabúes.
Después dicen de la discriminación de la mujer respecto al hombre... (Seguramente me caerán a palos las feministas y las otras también, en el fondo solo es una opinión) admito sugerencias…